
Arte, turismo y desarrollo comunitario, áreas que Franny Molina ha logrado desarrollar en la Universidad

El turismo es más que viajar, es crear experiencias que preserven la cultura y los recursos naturales, mientras se construyen oportunidades para todos».
Desde niña, Franny Guadalupe Molina Reyes soñó con abrirse un camino en una universidad que le garantizara una calidad académica y proyección social. Con mucha disciplina y enfoque logró su objetivo, ingresar a la UNAN-Managua/CUR-Carazo General Miguel Ángel Ortez, cumpliendo con todos los requisitos y teniendo una preparación constante para alcanzar esa meta tan importante en su vida.
Optó por la carrera de Administración Turística y Hotelera motivada por la pasión hacia el turismo y por la convicción de que Nicaragua posee un enorme potencial en este sector. Para ella, el turismo es una actividad económica y una vía para impulsar el desarrollo sostenible, la cultura y la identidad nacional.
«Nuestro país tiene grandes potenciales a desarrollar en este ámbito, quiero contribuir al turismo responsable en Nicaragua, promoviendo la cultura y la identidad local, con proyectos que generen oportunidades», afirma.
Además de su formación académica, Franny dedica tiempo a fortalecer su talento artístico y cultural; como instructora de baile folclórico participa en gimnasia rítmica en las festividades patrias, estudia música y, actualmente, aprende a tocar el violín. Estas experiencias la han llevado a descubrir en el arte una fuente de creatividad, disciplina y conexión personal.
En la danza folclórica, la música y el canto encuentra una forma de expresar su sensibilidad y amor por la cultura, actividades que considera importantes a nivel personal y social. Estas habilidades las comparte en la Universidad, donde participa en actividades culturales, ferias de turismo, talleres académicos y grupos estudiantiles, especialmente siendo parte del Movimiento Cultural Leonel Rugama en este Centro, por medio de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua en Carazo, promoviendo la identidad cultural y la integración estudiantil. Asimismo, forma parte de iniciativas ambientales que fortalecen su compromiso con el desarrollo sostenible.
La formación en la UNAN-Managua le ha abierto espacios para crecer en el campo científico y de la investigación; para la joven, los concursos y programas universitarios son oportunidades de crecimiento. Esta motivación la ha llevado a sumarse a la Jornada Universitaria de Desarrollo Científico (JUDC) y, actualmente, forma parte del Programa Delfín, donde ha adquirido conocimientos científicos y experiencias en el área de la investigación, así como la oportunidad de desarrollar ideas innovadoras. Estos retos, aunque exigentes, han mejorado su capacidad de trabajar bajo presión, expresarse en público y reforzar su creatividad.
Su familia ha sido su principal motor de fuerza e inspiración, para ella, sus padres y su fe en la Virgen de Guadalupe representan inspiración, apoyo emocional y económico, pilares que sostienen su formación. También reconoce la influencia de referentes como Anasha Campbell, una mujer que la inspira por su liderazgo en el sector turístico nicaragüense.
Guiada por valores como la responsabilidad, el respeto, la honestidad, la perseverancia y la fe en Dios, se proyecta a futuro trabajando en rutas culturales y gastronómicas sostenibles, que integren la música, danza y gastronomía nicaragüense como herramientas para promover la identidad nacional.
Su visión contempla el servicio comunitario donde desea desarrollar proyectos que combinen turismo y cultura, generando nuevas oportunidades económicas y de crecimiento social. Franny reconoce que desde su ingreso a la Universidad su perspectiva de la vida ha cambiado, ahora valora más la educación de calidad y su gratuidad como uno de los principales motores de cambio positivo y como un compromiso para el desarrollo sostenible del pueblo nicaragüense promovido por nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional.
Con determinación, arte y compromiso social, esta joven de La Concepción, Masaya, avanza con la certeza de que el turismo es mucho más que viajar: «es crear experiencias que preserven la cultura y los recursos naturales, mientras se construyen oportunidades para todos».