La virtud de ser mujer universitaria

La reivindicación de los derechos de las mujeres ha sido un proceso fundamental en el desarrollo de la historia humana y uno de los acontecimientos que ha contribuido al funcionamiento y evolución de la sociedad. La Organización de Naciones Unidas (ONU) proclamó en 1975 que cada 8 de marzo se conmemorara la lucha de la mujer trabajadora, su igualdad de derechos laborales y salarios justos luego que 129 féminas fallecieran durante un incendio ocurrido en la fábrica Cotton Textile Factory, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

La UNESCO indica que uno de los precedentes para el establecimiento de la efeméride se remonta hacia el año 1945, mediante La Carta de Naciones Unidas, documento que sería uno de los primeros acuerdos donde se mencionaron los principios de igualdad entre mujeres y hombres, que posteriormente serían reafirmados mediante una resolución dispuesta por la Asamblea General que proclamaba el Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

En 2020, en el Índice Global de Brecha de Género, emitido por el Foro Económico Mundial (FEM/WEF), Nicaragua forma parte de las naciones que han disminuido drásticamente la brecha de género en más del 80%, ocupando la quinta posición en la actualidad.

Desde el Plan Nacional de Lucha contra la Pobreza y para el Desarrollo Humano 2022-2026 impulsado por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) se apunta hacia el empoderamiento femenino mediante espacios de participación y toma de decisiones que se evidencian en los sectores educación, salud, poderes del Estado, ministerios, gobiernos regionales de la Costa Caribe Nicaragüense, gabinetes, Asamblea, movimientos sociales, gremios y otras instancias que han cambiado la dinámica de representatividad de género en el país.

En el sector educación, un 73% de mujeres se encuentran en cargos directivos; y de estas cifras, la enseñanza superior es uno de los subsistemas que mantiene el trabajo continuo para alcanzar la igualdad. La UNAN-Managua cuenta con 1, 292 trabajadoras, de las cuales 509 son docentes y 783 administrativas, además la institución tiene 89 líderes en departamentos académicos y administrativos.

Actualmente, la rectora de la UNAN-Managua, presidenta del CNU, del CSUCA, y vicepresidenta de la UDUAL para la región Centroamérica es una de las principales visionarias de la educación en Nicaragua y tiene la responsabilidad de dirigir la formación profesional en sus diferentes modalidades y ha aportado a los procesos revolucionarios de la educación en el país desde sur rol de protagonista y líder.

En una entrevista, la maestra Rodríguez afirmó que se debe mantener el constante fortalecimiento de la mujer en espacios de toma de decisiones y que hasta la fecha la UNAN-Managua ha dado pasos importantes en el nombramiento de decanas, vicedecanas, directoras de área y departamentos, pero que, además la matrícula estudiantil de la institución tiene una representatividad mayoritaria con 7, 437 mujeres de los 12, 285 nuevos ingresos.

Asimismo, indica que las jóvenes aspirantes deben ingresar a carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemática), que históricamente han sido motivo de estereotipo social, de ahí la constante promoción de la equidad e inclusividad en dichos programas de estudio. Entre otros temas, hizo énfasis a la declaración Tolerancia Cero Hacia la Violencia en las Universidades, emitida por rectores de la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe, emitida en 2021.

«Las mujeres tenemos que ser más solidarias entre nosotras, que nos acompañemos y nos impulsemos y estar seguras de nuestras capacidades, ver nuestras fortalezas y debilidades, aprendernos a escuchar, a trasmitir nuestro mensaje, complementarnos, pero, sobre todo, apoyarnos», sostuvo.

Estudiante del quinto año de la carrera Enfermería en Salud Pública, y originaria del municipio de Sébaco, Mora mencionó que, en la actualidad, la mujer vive en un contexto de constantes cambios y de restitución de derechos en muchos ámbitos, y que por medio de ello en Nicaragua se ha hecho valer su voz y cuentan con la oportunidad de profesionalizarse en diversas áreas y contribuir a la economía del país.

También asegura que, como estudiante, es un privilegio representar a las mujeres profesionales, y en la carrera de enfermería, significa formar parte de una profesión humanitaria y loable. «Estudiar enfermería significa querer apoyar a las personas con la atención y los conocimientos que hemos adquirido a lo largo de nuestra formación».

Asimismo, afirmó que la igualdad consiste en respetar el derecho al trabajo, y en dicho aspecto, las mujeres profesionales tienen un significativo papel desde sus espacios laborales, así como desde los emprendimientos que son impulsados para fomentar las iniciativas económicas en todo el territorio nacional. «Los retos que tenemos por delante son continuar trabajando de manera conjunta y colaborando entre nosotras para salir adelante y seguir luchando por ese empoderamiento justo e igualitario».

Docente Titular-Investigadora de la Facultad de Ciencias e Ingeniería del Departamento de Física de la UNAN-Managua, actualmente cursa estudios de doctorado en el Programa de Posgrado de Ciencias de la Tierra del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el campo de conocimiento de la exploración geofísica, aguas subterráneas y modelación; la maestra Esther Zambrana mencionó que la UNAN-Managua desde su visión, misión y principios rectores promueve la equidad de género y la inclusión de las mujeres académicas, docentes y estudiantes como un compromiso de toda la comunidad universitaria, con el fin de lograr la igualdad de oportunidades de desarrollo profesional, sin discriminación y sin exclusión.

«Las mujeres académicas se encuentran liderando diferentes procesos estratégicos institucionales de la Universidad, destacándose en el ámbito nacional e internacional en la ejecución de proyectos de investigación, innovación y extensión que aportan al avance de la ciencia y tecnología, necesarios para el desarrollo sostenible de Nicaragua».

Zambrana sostiene que las mujeres son un ejemplo de valentía y de lucha revolucionaria que han contribuido a revindicar los derechos de todos los nicaragüenses mediante la educación, salud y programas sociales gracias a las buenas políticas del GRUN, y la oportunidad de participación que brindan las instituciones educativas como la UNAN-Managua.