Un primero de septiembre de 1987, hace 33 años, 1987, Brian Willson, perdió ambas piernas al ser atropellado por un tren, mientras realizaba una protesta pacífica frente a la Estación Naval de Armas de Concord, ubicada en California (EEUU).

Brian Willson, internacionalista y defensor de la paz, estaba realizando una protesta con otros activistas para detener un cargamento de armas que iban a ser enviadas para reprimir el pueblo en El Salvador y para abastecer a la contra nicaragüenses.

Nicaragua, enero de 1986

Era el año 1987: la guerrilla del FMLN en El Salvador y la guerrilla de la URNG en Guatemala, se estaban enfrentando a las fuerzas represivas de sus respectivos estados.

En Nicaragua, el proyecto revolucionario sandinista libraba su batalla cotidiana, repeliendo los ataques de la contra.

Brian Willson había visto con sus propios ojos, en sus cuatro viajes a Nicaragua, entre 1986 y 1987, las atrocidades que la contrarrevolución nicaragüense perpetraba en contra de la población civil.

Durante su primer viaje, en enero de 1986, después de una semana de haber llegado a Nicaragua, presenció un ataque de la Contra en tres cooperativas cercanas a las montañas del norte del país.

“Durante dos días y dos noches oí disparos y vi trazadoras rojas. Luego fui testigo de una caravana de carros tirados por caballos con los ataúdes abiertos, que llevaban once civiles muertos de esos ataques, la mayoría mujeres y niños. Murmuré para mis adentros: yo he estado aquí antes. Mi dinero todavía está asesinando gente en mi nombre para una gran mentira.

Lloré abiertamente, casi sin control, a lo largo del borde de la carretera, cerca del cementerio”, rememoró Wilson.

1 de septiembre de 1987: una acción que cambió su vida para siempre

No era la primera vez que Brian Willson había visto de cerca los efectos devastadores que la política de agresión e injerencia de los gobiernos de Estados Unidos producían en los pueblos del Sur que elegían la vía de la autodeterminación.

Veinte años antes, había pasado seis meses en Vietnam, regresando de esa guerra con la convicción que las aberraciones cometidas por las administraciones norteamericanas a lo largo de la historia de los EEUU, debían ser denunciadas.

Y ese fatídico 1 de septiembre de 1987, lo acompañaban en su protesta frente a la Estación Naval de Armas de Concord, otros dos veteranos de la guerra de Vietnam. Los tres se sentaron sobre los rieles del tren, mientras unas cincuenta personas apoyaban la acción con pancarta y con su presencia.

Los tres veteranos sabían que corrían el riesgo de pagar una multa elevada y terminar en la cárcel, pero también conocían el protocolo, que obligaba el tren a viajar a baja velocidad.

Se enteraron solamente después de que el FBI los había estado investigando a Brian Willson y a uno de los otros dos veteranos Como «sospechosos de terrorismo doméstico» desde 1986. Ese día se ordenó a la tripulación del tren de tres hombres que no pararan el tren.

Los otros dos veteranos se salvaron milagrosamente de la embestida. El compañero Brian no logró evitar el impacto, ya que el tren aceleró a tres veces la velocidad legal permitida.

Tenía 46 años cuando fue arrasado por el tren, perdiendo ambas piernas y sufriendo daños graves en otras partes de su cuerpo.

Compromiso sin fronteras

El intento de asesinarlo no funcionó. Willson se mantuvo fiel a los principios que lo movieron ha exponer su vida en defensa de La Paz en Nicaragua.

Desde entonces, Wilson, a lo largo de su vida, ha realizado numerosos viajes a dos docenas de países de América Latina, Asia y el Medio Oriente para comprender la naturaleza y el alcance de las políticas económicas, políticas, militares y encubiertas de Estados Unidos, así como sus efectos en las culturas de los pueblos y sus recursos.

“Además he viajado a muchas partes de los EE.UU. para evaluar el estado real y la salud de la justicia social y económica aquí en casa”, agregó Wilson. “He estado involucrado en una serie de acciones destinadas a educar al público en Estados Unidos de América sobre la naturaleza y el alcance fuera de la ley y las políticas sin escrúpulos y sus efectos destructivos sobre toda la vida, en todas partes”.

33 años después, su compromiso a favor de la paz sigue vigente

Han pasado 33 años y el compañero Brian Willson sigue firme, comprometido en la defensa de la paz y del derecho de los pueblos a la autodeterminación.

En los ochenta denunció la política exterior de la administración Reagan, que organizaba, financiaba y abastecía a la contra nicaragüense.

Hoy denuncia los planes de desestabilización promovidos desde la administración de EEUU en 2018, en el marco del fallido intento de golpe de estado. Así como los nuevos intentos del Imperio de deslegitimar el gobierno constitucional, liderado por el Cmdte. Daniel Ortega.

El día de hoy, la Cancillería, la Asamblea Nacional y la UNAN-Managua, han organizado actividades para reconocer el valor de un hombre que ha dedicado su vida a la defensa de la paz y la justicia social.

¡Gracias, Compañero Brian Willson!

Por: Cecilia Costa
Docente del Departamento de Antropología, Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas, UNAN-Managua y miembro del Centro de Estudio del Desarrollo Miguel d’Escoto Brockmann.

Fuentes consultadas

Fuente de imagen: Brian Willson y el Comandante Daniel Ortega, 19 de julio de 2019, en el acto de Celebración del 40 Aniversario de la Revolución Popular Sandinista. Créditos foto: Lobsang Dalí

Prensa latina: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=393155&SEO=brian-wilson-el-activista-que-perdio-sus-piernas-por-nicaragua

Barricada: https://barricada.com.ni/nicaragua-reconocera-valentia-de-brian-wilson-heroe-de-la-solidaridad-y-paz/ https://barricada.com.ni/brian-wilson-un-nicaraguense-de-corazon/

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