UNAN-Managua

REPORTAJES

Jerónimo Urbina y Ernesto Porfirio Ramos, ejemplos de compromiso con la defensa de los derechos del pueblo

Jerónimo Urbina y Ernesto Porfirio Ramos, ejemplos de compromiso con la defensa de los derechos del pueblo
Cortesía El 19 Digital

El 13 de diciembre de 1995, hace veintiocho años, la comunidad universitaria de las instituciones de educación pública del país salió a las calles de Managua a demandar el aseguramiento de la asignación presupuestaria constitucional.

La respuesta a la demanda legítima de la población estudiantil por parte del gobierno de Violeta Barrios de Chamorro fueron acciones que violentaron la seguridad e integridad de los jóvenes, con el uso desmedido de las fuerzas por parte de la seguridad pública, que atacó con bombas lacrimógenas y balas a los manifestantes, dejando como resultado varios heridos de gravedad, entre ellos, el compañero Bismarck Santana, actualmente vicerrector de Asuntos Estudiantiles de la UNAN-Managua, y caídos en defensa de esta causa justa los compañeros Jerónimo Urbina, estudiante de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), y Ernesto Porfirio Ramos, trabajador de la Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería de Rivas (EIAG).

Jerónimo Urbina, originario de Juigalpa, Chontales, creció junto a sus siete hermanos bajo el cuido de su madre. Las dificultades económicas lo llevaron a trabajar desde temprana edad para ayudar con el sustento económico del hogar. Su mamá recuerda que, a pesar de la situación familiar, Jerónimo siempre mostró sus aspiraciones de ser un profesional.

Esta motivación lo llevó a trasladarse, en 1993, a la capital para cursar la carrera de Ingeniería Química en la UNI. Sus estudios previos como normalista le permitieron durante su estancia en Managua desempeñarse en el Colegio San Antonio, y obtener los ingresos requeridos para costear sus estudios universitarios. Luego del fatídico 13 de diciembre, Jerónimo estuvo internado siete días en el Hospital Antonio Lenin Fonseca, falleciendo el 20 de diciembre.

Ernesto Porfirio Ramos Villareal originario de Rivas se dedicó a las labores del campo desde los quince años. En 1987, empezó a trabajar en la Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería (EIAG) como operador de maquinaria agrícola, institución en la que logró desempeñarse como secretario de propaganda y de asuntos laborales del Sindicato de Trabajadores. Ramos dejó en orfandad a cinco hijos.

Para la comunidad universitaria, Jerónimo y Porfirio son un ejemplo de compromiso con la defensa de las causas justas, de un derecho que se le quiso arrebatar al pueblo por los gobiernos neoliberales. Con el retorno del Frente Sandinista de Liberación Nacional al poder, las luchas universitarias por reclamar el 6% son parte del pasado, porque para el GRUN, la educación representa una prioridad, puesto que es una forma para que los jóvenes y adultos sean protagonistas de su desarrollo a nivel personal, familiar y comunitario.

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