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«Mi sueño es enseñar musicografía braille a niños y jóvenes ciegos»

«Mi sueño es enseñar musicografía braille a niños y jóvenes ciegos»

Mi mayor meta es enseñar musicografía braille a niños y jóvenes ciegos para que puedan hacer partituras para piano, trompeta y otros instrumentos musicales. También, deseo cursar estudios de posgrado si se presenta la oportunidad.

Juan Francisco Cortez Mendoza es un joven originario de Telica, León, que cursa el segundo año de la licenciatura en Educación con mención en Educación Musical en la modalidad sabatina. Cortez nació con discapacidad visual (ausencia de pupilas); sin embargo, inexplicablemente desde el punto de vista médico, tuvo el sentido de la visión en su ojo derecho, hasta que lo perdiera gradualmente a los trece años.

«Mi niñez fue normal, jugaba como todo niño y manejé bicicleta a los ocho años. A los 17 años, me apasioné por la música, aprendí a tocar el piano y a leer en braille», expresa Cortez.

Cada sábado, su jornada inicia a las tres de la mañana, hora en la que se prepara junto a su esposa, Karla Vanesa Tellería, para asistir a clases, quien también cursa esta carrera. Comenta que se ha enamorado de la carrera y que ha contado con el apoyo de sus maestros y compañeros de clase.

«Los profesores y mis compañeros son solidarios y afables conmigo. Es genial que la UNAN-Managua brinde la oportunidad de estudiar a las personas sordas y ciegas, en mi caso, la Universidad me apoya con una beca especial con la que sufrago mis gastos de movilización a la capital», señala el joven de 35 años.

Cortez trabaja como músico y cantante amenizando bodas, cumpleaños y actividades culturales del municipio. También toca el teclado en la iglesia de su comunidad, en donde ha recibido apoyo y cariño. Juan refiere que la pérdida de sus padres recientemente fue una situación que lo afectó emocionalmente, pero que ha encontrado en su esposa y sus dos hijas una motivación para seguir adelante.

«Tras la muerte de mis padres pensé en abandonar los estudios; sin embargo, el apoyo de mi esposa y maestros fue esencial para continuar. Quiero tener una mejor vida y asegurarle a mi familia un buen porvenir. A pesar de las adversidades uno debe luchar en la vida», sostiene.

Su pasión por la música lo llevó a fundar la agrupación Zona Caliente, a los 25 años. Con diez años de trayectoria en la música ha aprendido a explorar su talento artístico como compositor. Además del piano, sabe tocar la guitarra, el bajo, la trompeta, la flauta dulce y la percusión.

«Mi mayor meta es enseñar musicografía braille a niños y jóvenes ciegos para que puedan hacer partituras para piano, trompeta y otros instrumentos musicales. También, deseo cursar estudios de posgrado si se presenta la oportunidad», añade.

Entre otras facetas, Juan aprendió a realizar terapias manuales (masajes shiatsu), a elaborar hamacas y canastas de palma, y a enjuncar sillas, oficios que ejerce ocasionalmente.

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