
Maudlin Miranda: «Desde el Trabajo Social podemos aportar a transformar realidades»

Es un reto estudiar y trabajar, es de gente valiente, que sabe lo que quiere y que se aferra a sus aspiraciones y proyectos de vida, que ama la vida y que desea prosperar. No es imposible lograrlo».
El compromiso de Maudlin Betania Miranda Nororis, una joven procedente de Niquinohomo, es destacar académicamente cada semestre, una meta que ha cumplido durante su formación en Trabajo Social, carrera en la que actualmente cursa el cuarto año en la modalidad sabatina debido a sus responsabilidades laborales. Maudlin comenta que ha sido un desafío vincular su formación académica con el trabajo: «Estoy agradecida por lo que he avanzado. La organización de mi tiempo ha sido clave para optimizar mi desempeño y cumplir con mis responsabilidades».
Cada día, Miranda viaja a Managua por motivos laborales y considera el trayecto como un tiempo ideal, ya que le permite avanzar en asignaciones de clase, leer, ver videos y generar ideas. Explica que eligió esta carrera tras revisar la oferta educativa de la universidad: «Cuando algo me llama la atención, investigo, y en ese proceso me identifiqué con el Trabajo Social porque me gusta servir a los demás. Esta profesión te brinda herramientas para acompañar a las familias ante las diversas situaciones que pueden enfrentar».
Miranda reconoce que, gracias a la gratuidad educativa, hoy en día jóvenes y adultos, tanto del campo como de la ciudad, tienen la oportunidad de formarse profesionalmente. A lo largo de sus estudios, ha trabajado con familias en diferentes contextos, conversando con ellas y desarrollando acciones que impactan positivamente en su bienestar. Estas experiencias le han permitido valorar cómo el Trabajo Social contribuye a transformar realidades, fortaleciendo las potencialidades de las familias para que puedan avanzar y prosperar.
Para ser una estudiante de excelencia académica, Maudlin ha concluido que es fundamental aprender a amar lo que se hace y disfrutar del aprendizaje como un paso hacia el ejercicio de la profesión, lo que a su vez permite aportar a los demás con un espíritu de servicio. «La excelencia académica es un reconocimiento a nuestro propio compromiso; es el resultado de hacer lo que amas, lo que te apasiona como futuro profesional», afirma.
Su compromiso de servir también lo ha puesto en práctica en su grupo de clase, destacándose como líder y contribuyendo al desarrollo de las capacidades de sus compañeros. «Reconozco que en el aula hay distintos potenciales, conocimientos y experiencias; creo que ese debe ser mi punto de partida para apoyarlos siempre que pueda, para que sientan que mis conocimientos les son útiles, para motivarlos a seguir creciendo y prosperando. Entre todos debemos apoyarnos y vernos como iguales», asegura.