
Mario Vásquez: «Para avanzar y prosperar debemos plantearnos desafíos»

La mejor terapia de integración que he tenido es dar clases, eso me ha ayudado a evolucionar mi manera de expresarme»
Julio Mario Vásquez Corea es un joven de 29 años estudiante de tercer año de la carrera Pedagogía con mención en Educación Especial, actualmente tiene estudios en Administración en Turismo y Educación Musical con mención en Canto.
Vásquez se considera apasionado del arte y de la educación; su condición de autismo y diagnóstico de enfermedad autoinmunitaria no le ha imposibilitado luchar por sus sueños de ser un profesional educador en el arte y la cultura, en especial para personas con alguna discapacidad. “Yo siempre quise estudiar cultura y arte, hice el examen y clasifiqué en lo que quería, pero tuve una parálisis y eso me dificultó las actividades, no me rendí y decidí pasarme a la carrera de Educación Especial y siendo honesto, no me arrepiento porque he entendido muchas cosas de mí mismo, he logrado ser bueno en lo que hago porque me gusta lo que hago”, detalla Julio con mucha pasión.
“He tenido muchos retos, pero he seguido avanzando”
A la edad de 12 años, Julio fue identificado como niño con altas capacidades; el médico recomendó integrarlo en diferentes actividades deportivas. Aun con esa participación, continuó mostrando algunas dificultades en la forma de relacionarse con los demás y es hasta sus 18 años que se le informa de su diagnóstico de autismo. Julio destaca que no estuvo solo, recibió el apoyo de su familia, en ese sentido destacó “Yo necesité mucho apoyo, en especial en el área social, eso me fortaleció muchísimo”, comenta.
Vásquez recuerda que el 2018 fue año difícil para él, “muchas situaciones afectaron mi salud, es ahí donde se me identifica que tengo la enfermedad de autoinmunidad, a partir de ese momento comencé a recibir tratamiento”. Igualmente está convencido de que una persona con discapacidad también puede enseñar, al respecto manifiesta que el constante reto de tener que pensar cómo resolver una situación genera la facilidad de pensar cómo llegar a ese objetivo de aprendizaje.
Además, refiere sentirse agradecido porque los docentes de la carrera lo motivan a seguir esforzándose y lo felicitan por ser un excelente estudiante que participa y se integra al grupo de clases. “Me siento orgulloso porque una maestra una vez me dijo que podría ser el primer joven con autismo en graduarme en la carrera de Pedagogía con mención en Educación Especial”.
Sueños y aspiraciones por cumplir
A futuro, Julio se visualiza ejerciendo la docencia universitaria y con grado de maestría, ya que le ha gustado la experiencia de mediar los aprendizajes. “Actualmente doy clases de artes de manera particular a personas con alguna discapacidad, por lo general con autismo. Me gustaría integrar todos los conocimientos para ponerlos a disposición de la comunidad; deseo culminar mi carrera y estudiar una maestría, luego tener mi propio centro donde enseñe todo lo que sé”, expresa el joven, quien además destaca que sus mayores barreras poco a poco las está trascendiendo.