La joven ha destacado en concursos nacionales de emprendimiento e innovación, durante siete años participó en acciones de voluntariado y en la actualidad ha asumido compromisos laborales para lograr la culminación de sus estudios.
María Esperanza Paiz Carrasco es una joven que desde temprana edad ha manifestado su deseo de compartir conocimientos con las demás personas. Antes de ingresar a la Universidad, participó en un programa de voluntariado social durante siete años, periodo en el que puso en práctica sus conocimientos técnicos al impartir un curso de informática básica a mujeres jóvenes y mayores de edad. Esta experiencia fue una de las razones que la motivaron a cursar la carrera de Ingeniería en Ciencias de la Computación en la UNAN-Managua.
«Fue una experiencia en la que vi la importancia de enseñar y aprender sobre computación porque es una herramienta que te abre muchas puertas en el ámbito laboral», resalta. Acerca de su carrera, valora que le ha permitido fortalecer competencias por medio de las prácticas que realiza el estudiantado conforme al plan de estudios.
La joven estima como trascendental la inserción de las mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), tema en el que se ha venido avanzando en los últimos años, rompiendo con barreras culturales. Paiz considera que la Universidad brinda una formación con calidad, pertinencia e inclusividad y posibilita la participación de las mujeres en espacios de dirección y liderazgo, al respecto, menciona el rol que ejerce como presidenta de su grupo de clases.
De acuerdo con María Esperanza, la transversalidad de temas estratégicos de la institución en el modelo curricular posibilita la integración de los universitarios en programas y proyectos de gran impacto académico y social, especialmente los que abordan acciones de emprendimiento e innovación. La Temporada de Innovación Abierta, Rally Latinoamericano y Certamen Nacional de Aplicaciones Digitales para la Agricultura y Ganadería, organizado por el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) son algunos de los eventos en los que ha tenido participación. En estas dos últimas competencias, con su equipo obtuvo segundo y tercer lugar, respectivamente.
Con relación al Rally, expresa que presentaron una propuesta denominada Gris y Verde, que consiste en la reutilización de las aguas grises en ciertas tareas (excluido el consumo), luego de someterlas a un mecanismo de filtración.
La propuesta elaborada en el concurso impulsado por el INTA refiere que inició con la Temporada de Innovación Abierta conforme a un desafío presentado por la organización CRS, al que dieron respuesta con la creación de una aplicación móvil que contempla 4 interfaces principales: indicadores de calidad, identificadores de tipo de suelo, control de plaga y fertilizantes orgánicos. Debido a su pertinencia, la iniciativa se materializará con el apoyo de la organización, además se le agregará mapas de cada región del país. «Esto ayudará a que las personas tengan mayor facilidad para identificar el tipo de suelo existente en su zona», afirma.
Cada una de las competencias le ha aportado al desarrollo de habilidades blandas como la comunicación y el trabajo en equipo. «Presentar el proyecto fue un gran reto porque estaba representando a todo el equipo y el esfuerzo de cada uno, pero con el acompañamiento previo de la institución, la exposición resultó satisfactoria».
Paiz asegura que ser partícipe de estas plataformas de fomento de la cultura creativa, innovadora y emprendedora del país son oportunidades gratificantes, emocionantes y de crecimiento personal y profesional. La futura ingeniera, que también ha asumido compromisos laborales para lograr la culminación de sus estudios, insta a la comunidad estudiantil a integrarse en estas iniciativas que impulsa la Universidad de manera conjunta con instituciones del Gobierno sandinista enmarcadas en la ruta del desarrollo educativo y tecnológico que vive el país.
