UNAN-Managua

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Freddy Suárez Zelaya: vocación, compromiso y liderazgo comunitario desde la vigilancia en salud pública

La salud no se construye desde un escritorio, se construye con los pies en la comunidad y el corazón en el modelo»

La historia del doctor Freddy Suárez Zelaya es la de un médico que ha forjado su vocación desde la comunidad; con una mirada humana, técnica y profundamente agradecida. Originario de una familia humilde, creció en una época marcada por desigualdades en el acceso a la educación y la salud, y fue testigo de cómo el triunfo de la Revolución Popular Sandinista transformó ese panorama. Fue gracias a la restitución de derechos que logró convertirse en médico, una carrera que parecía inaccesible para alguien con limitaciones económicas, pero que abrazó con pasión y responsabilidad.  

Antes de ingresar a la universidad, participó en el servicio militar, experiencia que fortaleció su sentido de responsabilidad social. Luego de cumplir con su compromiso patriótico, culminó la secundaria y fue admitido en la carrera de Medicina en la UNAN-Managua, institución en la que logró cumplir su meta profesional como protagonista de beca. “Con solo que me dieran el acceso a estudiar, yo ya tenía un logro”, recuerda.  

Al graduarse, realizó su servicio social en zonas rurales del norte del país, donde atendía partos, emergencias y todo tipo de casos con recursos mínimos. Esa etapa, lejos de las comodidades urbanas lo sensibilizó profundamente y lo preparó para ejercer con humildad y cercanía. Luego fue trasladado al municipio de Ticuantepe, donde trabajó durante ocho años. Inició en un centro de salud modesto y, tras el paso del huracán Mitch, participó en el proceso de mejora de la infraestructura hasta la construcción de un hospital primario.  

Del liderazgo clínico al liderazgo epidemiológico

Su buen desempeño lo llevó a asumir el cargo de subdirector médico en el Centro de Salud Sócrates Flores, en Managua, donde lleva más de 20 años de servicio. Actualmente, funge como epidemiólogo, liderando procesos de vigilancia y respuesta ante eventos sanitarios. Desde esta área estratégica, articula acciones con equipos locales y redes comunitarias para garantizar una atención preventiva. Pero su rol no se limita a lo técnico, también ha asumido una labor formativa como docente, acompañando a nuevos profesionales y replicando conocimientos claves en salud pública. Su mirada integral combina experiencia clínica, gestión comunitaria y una sólida base educativa adquirida en la Maestría en Salud Pública del CIES UNAN Managua.  

El Diplomado en Gestión del MOSAFC: una nueva experiencia  

Aunque ya contaba con amplia experiencia y formación, el Diplomado en Gestión del MOSAFC a nivel local —especialmente el módulo de Vigilancia en Salud Pública— significó una renovación profunda en su práctica. “Aunque uno tenga una maestría, cada día se aprende algo nuevo. Este diplomado ha sido clave para integrar mejor lo teórico con lo práctico”, asegura.

Destaca que la metodología del diplomado le permitió interiorizar procesos esenciales como la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y el abordaje territorial desde el núcleo familiar y comunitario. “Aquí no es solo sentarse a escuchar teoría, es aplicar lo aprendido, resolver problemas reales, caminar con el sol y la lluvia para llegar a donde está la gente. Y eso marca la diferencia”.

El impacto ha sido concreto: ha fortalecido la articulación con líderes comunitarios, mejorado la eficiencia de los controles de foco y sistematizado procesos de vigilancia más efectivos. “Mi red comunitaria ahora es más sólida. Me apoyan, ubican a los pacientes, me permiten intervenir más rápido. Y eso es gracias al enfoque que nos brinda este Diplomado”, explica.

Aprender, replicar y servir: una ética del compromiso colectivo

Una de las mayores satisfacciones del doctor Suárez ha sido poder replicar estos aprendizajes con el resto del personal del centro de salud y con los equipos comunitarios. “Los equipos de conducción somos los primeros que debemos convencernos del modelo. Solo así podemos motivar a los demás”, insiste. Para él, conocer y aplicar las actividades esenciales del Modelo de Salud es vital para lograr resultados sostenibles.

Además de enseñar, reconoce el ejemplo como herramienta pedagógica: recorrer el territorio, involucrarse en los casos, tocar puertas, escuchar con respeto y actuar con prontitud. Todo esto, afirma, fortalece la confianza de la comunidad y evidencia que el modelo sí resuelve problemas cuando se aplica con compromiso.

El compromiso del Dr. Freddy Suárez no termina con su jornada laboral ni se limita a las funciones de su cargo. En tiempos donde los desafíos sanitarios exigen respuestas integrales, su ejemplo nos muestra que el verdadero liderazgo se construye con coherencia entre lo que se piensa, se aprende y se hace. Y que formar, cuidar y acompañar son también actos de transformación profunda en la vida de las personas y de las comunidades.