Cristhian Poveda, ejemplo de excelencia y perseverancia en la lucha por conquistar una meta profesional

El deseo de superación personal y profesional llevó a Cristhian de Jesús Poveda Centeno a plantearse metas desde temprana edad, aunque esto implicara un esfuerzo mayor por su discapacidad motora. A sus 25 años, cursa el cuarto año de Física-Matemática en el Recinto Universitario Rubén Darío (RURD) de la UNAN-Managua, institución en la que es protagonista de beca interna como parte de la restitución de derechos a la juventud procedente de las zonas más lejanas del país.  

Cristhian ha enfrentado retos debido a la condición de sus piernas y sus manos, sin embargo, comenta que siempre ha contado con el respaldo de su familia, especialmente el de su mamá, quien lo ha animado a seguir sus sueños. Creció en el campo ayudando a su padre en el trabajo de la agricultura, una tarea muy difícil por su condición física; sus estudios de primaria los cursó en un colegio de su comunidad y la secundaria en Las Minas, Matagalpa, lo que le demandaba caminar diariamente hora y media en cada traslado.

Poveda inició sus estudios universitarios en el CUR-Matagalpa, pero el traslado desde su hogar hacia el Recinto era una limitante debido a la distancia, por ello, decidió dejar su tierra natal y continuar sus estudios, a partir del segundo semestre, como becado interno en Managua, a través del Programa de Becas. El futuro fisicomatemático valora la atención de calidad que ha recibido por parte de las autoridades universitarias durante sus gestiones académicas, así como sus respuestas coherentes con la Misión y Visión Institucional.   

«Las matemáticas me apasionan; su estudio ha sido una de las mejores decisiones que he tomado considerando que forman parte de nuestra vida diaria», sostiene Cristhian, quien manifiesta su satisfacción por haber clasificado y estar cerca de profesionalizarse en esta carrera para servir a su familia y a su patria. El joven originario de El Potrero de San Antonio, Terrabona, Matagalpa, es un ejemplo de excelencia, perseverancia, de lucha, entrega, dedicación y esfuerzo.

«Le pedía a Dios la oportunidad de estudiar para mejorar mi calidad de vida, la de mi familia y la de mi entorno», asegura Cristhian, quien tiene 10 hermanos y es el primero de la familia en ingresar a la Universidad. Resalta que estas oportunidades de formación gratuita, inclusiva y de calidad son una realidad, gracias a la buena gestión de nuestro buen Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) que ha priorizado la educación en todos los niveles para hacer posible el desarrollo sostenible. 

También destaca la práctica de valores en cada espacio de la institución, donde se evidencia el humanismo, la solidaridad, la inclusión, la empatía y el respeto. «Desde que vine me he encontrado con buenas personas que me tratan en igualdad de condiciones; acá no hay discriminación de ningún tipo».

Su estadía en la Universidad le ha permitido enfocarse en su preparación, avanzar en la construcción de nuevos conocimientos fundamentales para su desempeño en el campo laboral, que trasciende la docencia. Entre sus aspiraciones resalta su rol como futuro docente llevando la enseñanza de la física-matemática con dinamismo, implementando estrategias que aporten al aprendizaje significativo para la vida.