
Transferencia de conocimiento entre estudiantes, estrategia que fortalece la formación de ingenieros en Sistemas de Información en el CUR-Carazo

La educación superior ha experimentado transformaciones significativas para brindar respuestas a las necesidades cambiantes del entorno laboral y social. En el caso de la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información del CUR-Carazo, la transferencia de conocimiento entre estudiantes de diferentes niveles académicos ha sido una estrategia clave para garantizar una formación integral y conectada con las demandas del mercado.
La implementación de esta iniciativa puesta en desarrollo por los maestros Harold Gutiérrez Marcenaro, Óscar Fletes Calderón, Álvaro Mejía Quiroz y el colectivo de docentes del Departamento Académico de Ciencias Tecnológicas y Salud, pretende que los trabajos y proyectos elaborados por los estudiantes tengan una continuidad factible de vinculación entre los estudiantes de primer y quinto año donde se pueda fortalecer las competencias académicas y profesionales, así como promover una mayor conexión entre la academia, el sector productivo y la comunidad.
La gestión del conocimiento se ha convertido en un pilar fundamental en el ámbito educativo, sobre todo, en áreas como las ciencias tecnológicas, donde la investigación y la aplicación de conocimientos técnicos son esenciales para la formación de futuros profesionales. En el contexto del Departamento de Ciencias Tecnológicas y Salud (CTS) de la UNAN-Managua/CUR Carazo, esta estrategia adquiere relevancia no solo en la investigación, sino también en la formación integral del estudiantado, siendo esta una premisa imperante en la universidad.
En este sentido, durante el primer semestre del 2024, se puso en práctica la estrategia por parte de docentes de este Departamento de realizar una vinculación estrecha entre los estudiantes de años superiores y los de primer ingreso; consiguiendo que los estudiantes del primer año de la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información, turno vespertino, se vincularán con estudiantes de quinto año mediante la asignatura de Investigación Aplicada. Este intercambio de conocimientos y experiencias entre los estudiantes con distintos niveles de avance en la carrera ha generado insumos significativos no solo para el desarrollo de proyectos de graduación, sino también para el fortalecimiento de la formación académica y profesional de los estudiantes más jóvenes.
En este intercambio de conocimientos entre los jóvenes se genera una manifestación clave de la gestión del conocimiento. Según Davenport y Prusak (2001), citados por Nagles (2007) «la gestión del conocimiento implica un proceso sistemático y organizado para transferir y aplicar saberes, experiencias, valores e información contextual, con el fin de generar nuevos aprendizajes y mejorar la toma de decisiones». Es por esto que la vinculación entre estos universitarios responde a una estrategia de transferencia de conocimientos que se enmarca dentro de los principios de la gestión del conocimiento.
A través de distintas actividades los estudiantes de primer año han tenido la oportunidad de seleccionar instituciones, empresas o negocios con los cuales trabajar en sus proyectos del Componente Integrador II. Estas no solo les han permitido conocer el contexto de las entidades vinculadas, sino también aprender de las experiencias de los estudiantes de quinto año, quienes ya habían generado insumos técnicos para sus proyectos de graduación en el semestre anterior. Este acercamiento práctico y colaborativo facilita la consolidación de aprendizajes significativos, propiciando que los estudiantes de menor año tengan una mejor comprensión de los desafíos técnicos y sociales que enfrentarán a lo largo de su carrera. Esta interacción les proporciona una visión más clara de cómo se deben estructurar sus propios proyectos, así como de las habilidades técnicas y metodológicas que necesitarán desarrollar en el futuro.
Asimismo, los estudiantes de quinto año también se benefician, ya que, al compartir sus experiencias y conocimientos, refuerzan su propio aprendizaje y desarrollan habilidades de liderazgo y mentoría, fomentando el aprendizaje colaborativo, permitiendo que ambos grupos se retroalimenten, lo que enriquece el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, se tiene la oportunidad de reflexionar sobre su propio proceso formativo y de adquirir una mayor confianza en sus capacidades para resolver problemas complejos.
La selección de instituciones o microempresas con las que los estudiantes trabajan en sus proyectos permite una interacción directa con el mundo laboral, lo que facilita la transferencia de conocimientos y la creación de redes de colaboración interinstitucional. Este tipo de vínculos son fundamentales para que la investigación tenga un impacto real en el desarrollo económico y social del país, «dentro de los principales beneficios de esta estrategia de vinculación es el desarrollo de competencias investigativas involucrando el desarrollo social y económico de Nicaragua», comenta el maestro Gutiérrez.
Para el funcionamiento de esta iniciativa utilizada entre los binomios de estudiantes (primer y quinto año) han acordado entre los pares realizar videoconferencias por factor tiempo y horarios de clases y de esta manera continuar con las asignaciones correspondientes, lo que beneficiará además su currículo académico. Uno de los ejes fundamentales de la estrategia de transferencia de conocimiento en el CUR-Carazo ha sido la integración de la investigación en la docencia, un aspecto que ha sido prioritario, donde la enseñanza tradicional, basada en la transmisión unidireccional de conocimientos desde el docente hacia los estudiantes, ha sido reemplazada por un enfoque más dinámico y participativo, donde los estudiantes desempeñan un rol activo en la generación de conocimiento.
La implementación de la estrategia de vinculación entre estudiantes ha demostrado ser un valioso mecanismo para la gestión del conocimiento, consolidando un enfoque colaborativo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Al integrar la investigación en la docencia y vincular la academia con el sector productivo, la universidad no solo forma profesionales más preparados para enfrentar los desafíos del mercado laboral, sino que también refuerza su compromiso con el desarrollo económico y social del país, creando una sinergia entre la teoría y la práctica beneficiando a los estudiantes y población en general.