Técnicas Cromatográficas para el monitoreo de los Hidrocarburos Totales del Petróleo (HTP)

Los Hidrocarburos Totales del Petróleo (HTP) constituyen la principal fuente de energía a nivel mundial (ej. gasolina, diésel, gas natural). Son una mezcla compleja de compuestos químicos orgánicos que se originan a partir del petróleo; se clasifican como hidrocarburos alifáticos e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs). Los alifáticos, según su temperatura de ebullición y número de carbonos, se dividen en GRO (La gasolina), DRO (Diésel) y ORO (Aceites Lubricantes). 

La contaminación por HTP causada por derrames, fugas en oleoductos, desechos industriales o el uso de combustibles tiene efectos críticos en los cuerpos de agua superficiales; al permanecer en la superficie, el petróleo impide la penetración de luz solar, reduce la zona fótica y limita el intercambio gaseoso de oxígeno, lo que puede provocar la asfixia de la vida acuática. Además, estos compuestos tienen la capacidad de percolar a través del suelo y contaminar el agua subterránea.

Algunos HAPs, como el acenafteno, antraceno, fluoreno, o pireno, tienen gran importancia en la petroquímica, ya que son materia prima esencial en la fabricación de diluyentes, colorantes, pigmentos, productos plásticos, fertilizantes, plaguicidas, fibras sintéticas y solventes. Son liberados al medioambiente tanto por procesos antropogénicos (combustión incompleta o pirólisis de materia orgánica) como por procesos naturales (incendios forestales, erupciones volcánicas y síntesis/degradación biológica de la biomasa).

Los HAPs, como el Benzo(a)pireno y el Benzo(a)antraceno, que se forman por la combustión incompleta de materia orgánica (combustibles fósiles, carne), están vinculados a diversos cánceres (pulmón y piel). Otros compuestos de riesgo incluyen el benceno (causa leucemia) y los pirenos, presentes en el humo del cigarrillo y el hollín. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) clasificó los siguientes siete compuestos de los HAPs como posibles carcinógenos para humanos: benzo(a)antraceno, benzo(a)pireno, benzo(b)fluoranteno, benzo(k)fluoranteno, criseno, dibenzo(ah)antraceno e indeno (1,2, 3-cd)pireno. 

La UNAN-Managua, mediante el Centro de Investigación de Recursos Acuáticos (CIRA), ha implementado metodologías estandarizadas para determinar los diferentes rangos orgánicos de hidrocarburos en matrices ambientales como agua, suelo y sedimento. Para esto, cuenta con un equipo de Cromatografía de Gases con Detector de Masas (GC/MSD), y para la determinación de compuestos Volátiles (BTEX).

También dispone de un muestreador de Espacio de Cabeza (Headspace); esta instrumentación permite obtener resultados con alta confiabilidad y precisión, lo que ayuda a evaluar la contaminación y el posible impacto que los HTP pueden tener en los ecosistemas acuáticos y terrestres.

Esta capacidad analítica ha permitido desarrollar investigaciones científico-académicas dentro del programa de maestría en Ciencias del Agua con énfasis en Calidad del Agua. Un ejemplo es el estudio realizado en la Laguna de Perlas (RACCS), donde la «evaluación espacio temporal de la calidad del agua y sedimento» identificó la presencia de HTP.

Adicionalmente, el CIRA brinda servicios especializados a empresas privadas y estaciones de servicio, ayudándolas a monitorear las concentraciones de HTP en sus sistemas de tratamiento. Esto contribuye al cumplimiento de las normativas y del Decreto No. 21-2017 (Disposiciones para el Vertido de Aguas Residuales a Cuerpos Receptores).

A través de esta técnica, el CIRA facilita el monitoreo continuo de sitios clave (ej. gasolineras, refinerías, zonas de almacenamiento y transporte), generando información que ayuda a detectar posibles focos de contaminación por fugas, prevenir derrames y preservar nuestros ecosistemas.