
Programas de Gobierno, oportunidad valiosa para el desempeño de futuros ingenieros

El Día Mundial de la Ingeniería para el Desarrollo Sostenible se celebra cada año en marzo. Fue establecido en 2019 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería (WFEO), con el objetivo de promover soluciones innovadoras para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), concienciar sobre el papel de la ingeniería en la vida moderna y motivar a los jóvenes a estudiar ciencia, tecnología e ingeniería.
El tema de esta efeméride para el año 2025 es “Dar forma a nuestro futuro sostenible a través de la ingeniería”, destacando el compromiso de esta disciplina con un futuro que garantice la subsistencia y estabilidad de la sociedad en un mundo con la menor cantidad posible de riesgos. Los ingenieros son responsables de diseñar nuevas tecnologías y métodos para aprovechar los recursos, considerando tanto su impacto como las amenazas que puedan generar.
La ingeniería ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo y el bienestar humano; gracias a ella se han encontrado soluciones a problemas reales y necesidades cotidianas. Los futuros ingenieros deben ser capaces de seguir respondiendo a los desafíos de los tiempos modernos y futuros. Entre los retos que enfrentan están los efectos del cambio climático, el desarrollo sostenible, la globalización, la producción eficiente, y las amenazas tanto naturales como antrópicas, los cuales requieren la contribución de especialistas en ingeniería.
Este contexto de retos planetarios se convierte en una oportunidad para los futuros ingenieros en términos de formación y desempeño. Los ODS demandan la presencia de la ingeniería en áreas como la generación de energía asequible y no contaminante; la producción industrial, innovación e infraestructura; la construcción de ciudades y comunidades sostenibles; la producción y el consumo responsables; y la acción por el clima.
El Plan Nacional de Lucha contra la Pobreza y para el Desarrollo Humano de Nicaragua busca cumplir con los ODS. Su formulación y aplicación consideran la realidad del país, sus características culturales y sociales, el entorno geográfico del territorio nicaragüense, sus condiciones ambientales, las actividades económicas y la estructura demográfica de sus habitantes. Los lineamientos relacionados con el desarrollo del turismo, la minería rentable, el ambiente sostenible, las viviendas dignas de interés social, la reforestación, la protección del medioambiente y las telecomunicaciones reflejan este esfuerzo.
Este mismo documento describe acciones que permiten la participación de los ingenieros en el cumplimiento de compromisos como el crecimiento económico, la erradicación de la pobreza, la reducción del riesgo de desastres y la adaptación sostenible a la variabilidad y el cambio climático. Para ello, se definen acciones específicas, como la construcción de carreteras resilientes que fortalezcan la soberanía y la seguridad nacional, y reducen la vulnerabilidad de las comunidades ante desastres; la transformación y diversificación de la matriz de generación eléctrica; la construcción de infraestructura portuaria y de una red ferroviaria; el fortalecimiento de la producción en el campo; el mejoramiento de la infraestructura turística; y el reforzamiento de los sistemas de vigilancia permanente y alerta temprana desde el Modelo Comunitario y con los gobiernos locales.
La responsabilidad de la academia de formar ingenieros integrales, protagonistas de estas transformaciones, está plasmada en la Estrategia Nacional de Educación en todas sus modalidades “Bendiciones y Victorias” 2024-2026, especialmente en los ejes de Ambiente y Naturaleza, Cambio Climático, Ciencia, Investigación e Innovación, e Infraestructura y Equipamiento.
En correspondencia con estos lineamientos, las universidades miembros del Consejo Nacional de Universidades (CNU) ofrecieron a los bachilleres más de 400 carreras universitarias durante el primer ingreso de 2025. Entre estas destacaron las ingenierías en alimentos, acuícola, agropecuaria, estadística, forestal, agronegocios, zootecnia, eléctrica y economía. La UNAN-Managua, por su parte, ofertó para este año Ingeniería Agroindustrial, Agronómica, en Ciencias de Datos, en Energías Renovables, Civil, en Ciencias de la Computación, Electrónica, en Sistemas de Información, en Telemática, Geológica, Geofísica, Industrial y Robótica. Los estudiantes de estas carreras lideran proyectos de innovación y emprendimiento que representan a la Universidad en eventos y concursos nacionales e internacionales, como el Hackathon, el Rally Latinoamericano de Innovación, la Temporada de Innovación Abierta, la Cumbre Nacional de Desarrollo Tecnológico, Emprendimiento e Innovación (INNOVATECNM), entre otros.
El aporte de los ingenieros para asegurar una Nicaragua sostenible debe enfocarse en generar soluciones innovadoras a los desafíos ambientales, sociales y económicos, especialmente en el uso eficiente de los recursos, la producción de energías renovables, la reducción de emisiones, la construcción de edificaciones resilientes, la innovación tecnológica, el cuidado y la protección del medioambiente, y la mitigación y reducción del impacto social y económico. Las políticas públicas definidas por nuestro buen Gobierno Sandinista se convierten en oportunidades para que los futuros profesionales de la ingeniería muestren su capacidad técnica, su identidad y su compromiso con el desarrollo sostenible del país.