
Predicción centinela, la nueva frontera tecnológica creada por estudiantes de la UNAN-Managua/CUR-Carazo
El proyecto 360 Alert surgió como resultado de un análisis crítico realizado por un grupo de estudiantes de las carreras de Ingeniería en Sistemas de Información, Trabajo Social, Psicología y Contaduría Pública y Finanzas de la UNAN-Managua/CUR-Carazo General Miguel Ángel Ortez, durante su participación en el Rally Latinoamericano de Innovación 2025.
En este contexto los estudiantes Gabriel Tórres, Enoc López, Manuel Molina, Francys Calero, Yara Flores, Exequiel Téllez y Joshua Matus reflexionaron sobre las limitaciones de los sistemas tradicionales de gestión de emergencias. Coincidieron en que la falta de comunicación oportuna, la ausencia de geolocalización precisa y la carencia de herramientas predictivas agravaban la vulnerabilidad de las comunidades ante situaciones de riesgo. La experiencia directa con emergencias locales, como desastres naturales, incendios repentinos o fallas de infraestructura, reforzó esta percepción y se convirtió en el punto de partida para idear una solución integral, comenta Joshua Matus.

La idea tomó forma cuando los estudiantes analizaron testimonios de ciudadanos y revisaron problemáticas documentadas en su propio territorio. Reconocieron que, en muchos casos, la pérdida de vidas y bienes se relacionaba con la dispersión de la información. De esta reflexión surgió la visión de crear un sistema digital que integrara la emisión inmediata de alertas, la centralización de datos y la predicción de riesgos mediante un enfoque innovador. Así nace 360 Alert, un proyecto pensado para articular la participación ciudadana con el análisis institucional en este caso el Buen Gobierno Sandinista a través del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED) y con un prototipo de vigilancia centinela que permitiera anticipar condiciones peligrosas antes de que estas se materializaran.
Este origen evidenció la capacidad crítica de los estudiantes, además de su voluntad de convertir la tecnología en un instrumento para la protección humana. En lugar de limitarse a propuestas conceptuales, decidieron desarrollar un prototipo funcional que respondiera a necesidades reales. De esta manera, el proyecto trascendió la simple resolución de un desafío estudiantil y se convirtió en una iniciativa con potencial de implementación en entornos municipales, territoriales e institucionales.

El desarrollo del proyecto 360 Alert representó una experiencia profundamente enriquecedora para los estudiantes, la capacidad de trabajar de manera interdisciplinaria precisó articular distintas formas de pensamiento para construir una solución viable. Este proceso les permitió comprender que los problemas relacionados con la gestión del riesgo exigen una mirada integral que combine conocimientos tecnológicos con comprensión social del territorio.
La elaboración del módulo centinela, que tenía como fin anticipar riesgos mediante el análisis de datos, motivó a los estudiantes a explorar conceptos de matrices de riesgo, indicadores de probabilidad y afectación, así como el procesamiento de información territorial. Al trabajar con datos ambientales, demográficos y comunitarios, descubrieron la importancia de vincular los conocimientos teóricos con la realidad y de reconocer patrones que permiten prever emergencias. Este proceso los llevó a valorar la utilidad del análisis predictivo y su potencial para tomar decisiones que salvan vidas, comentan los protagonistas.

Crear una aplicación móvil para situaciones de emergencia exigía priorizar la simplicidad, la accesibilidad y la rapidez de uso, haciendo que los jóvenes aprendieran que las soluciones tecnológicas deben contemplar las condiciones de estrés en las que los usuarios actúan, especialmente cuando se trata de emergencias donde cada segundo es decisivo. Este enfoque les permitió sensibilizarse ante la diversidad de usuarios, incluyendo adultos mayores, personas con poca experiencia tecnológica y habitantes de zonas rurales donde el acceso a la conectividad puede ser limitado.
El ambiente competitivo y contrarreloj durante la competencia del Rally los obligó a organizarse estratégicamente, delegar responsabilidades según fortalezas individuales y mantener una coordinación constante para avanzar de forma coherente. Este aprendizaje fue clave, pues simuló escenarios del mundo profesional en los que se requiere negociar ideas, priorizar tareas y resolver problemas bajo presión, asimismo, comprendieron sobre el uso responsable de la tecnología, considerando aspectos como la protección de datos personales, la confiabilidad de la información transmitida y la necesidad de crear herramientas que no excluyeran a sectores vulnerables.

Desde el inicio, los universitarios depositaron grandes expectativas en el proyecto como que el prototipo se convirtiera en una herramienta con impacto social tangible, capaz de reducir tiempos de respuesta y fortalecer la seguridad en las comunidades, para ello, era fundamental que la propuesta contribuyera a salvar vidas, mejorar la coordinación entre instituciones y fomentar una cultura preventiva en la población. Esta expectativa se vio acompañada por la idea de que autoridades locales e instituciones de emergencia pudieran, en un futuro, adoptar el sistema como parte de sus mecanismos de atención.
Los estudiantes esperan que 360 Alert pueda evolucionar hacia una plataforma más avanzada, imaginando una versión futura donde el módulo centinela incorporara algoritmos de inteligencia artificial, análisis masivo de datos y conexión directa con estaciones meteorológicas u otras fuentes institucionales. Esta expectativa reflejaba su visión a largo plazo y su deseo de contribuir al desarrollo de tecnologías emergentes en la región, de manera innovadora y con responsabilidad social.





