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Los macroinvertebrados acuáticos, aliados en la gestión de los recursos hídricos: Aportes de UNAN-Managua/CIRA

Los macroinvertebrados acuáticos, aliados en la gestión de los recursos hídricos: Aportes de UNAN-Managua/CIRA

Los macroinvertebrados bentónicos son organismos acuáticos sin columna vertebral que viven en el fondo de ríos, lagos, lagunas y humedales, desplazándose entre los sedimentos, adheridos a piedras, troncos sumergidos o vegetación acuática, son visibles a simple vista y abarcan una gran diversidad de grupos como insectos acuáticos, moluscos, anélidos, crustáceos y ácaros. Estos organismos cumplen un papel esencial en los ecosistemas, procesan la materia orgánica, reciclan nutrientes, sirven de alimento a peces y aves acuáticas, además mantienen el equilibrio de la cadena alimentaria. 

Algunas especies son muy sensibles y solo sobreviven en aguas limpias y oxigenadas, mientras que otras, como ciertos gusanos y larvas de mosquitos, resisten a condiciones adversas de contaminación y bajos niveles de oxígeno. La presencia, ausencia o abundancia de determinados grupos refleja el estado ecológico del agua y complementa los análisis fisicoquímicos y microbiológicos, por ello, los macroinvertebrados son útiles para el monitoreo ambiental y la gestión sostenible de los recursos hídricos.

Durante la colecta de macroinvertebrados por investigadores de CIRA.
Durante la colecta de macroinvertebrados por investigadores de CIRA.

En Nicaragua, los macroinvertebrados están representados por una gran variedad de grupos taxonómicos. Entre ellos, los nematodos y anélidos (lombrices de tierra y sanguijuelas); moluscos (caracoles y bivalvos), y los artrópodos, el grupo más diverso, que incluye crustáceos (anfípodos, isópodos y decápodos), ácaros acuáticos y una gran diversidad de insectos acuáticos como dípteros, hemípteros, megalópteros, lepidópteros, efemerópteros, plecópteros, odonatos, neurópteros, tricópteros, colémbolos y coleópteros. 

UNAN-Managua, mediante el CIRA ha incorporado en su quehacer investigativo el estudio de estos organismos 

En el proyecto “Calidad del agua del Lago de Nicaragua (Cocibolca) en el área de influencia municipal del sur de la Isla de Ometepe”, los macroinvertebrados jugaron un papel esencial en la evaluación de los impactos ambientales en este ecosistema clave para el país; su análisis permitió obtener una visión más completa de la calidad ecológica del lago y aportar insumos científicos para una estrategia de gestión integral de la cuenca del Gran Lago de Nicaragua. 

Por otro lado, en el caso del lago de Managua (Xolotlán), la evaluación y monitoreo de macroinvertebrados ofreció información complementaria a los análisis fisicoquímicos y microbiológicos, logrando evidenciar de manera clara las condiciones de estrés ecológico que enfrenta el lago, lo que permitió aportar criterios técnicos para realizar acciones de restauración.   

Análisis en el Laboratorio de Hidrobiología.
Análisis en el Laboratorio de Hidrobiología.

De igual manera, en la investigación «Establecimiento de línea de base sobre la calidad actual del agua y sedimentos de la laguna de Masaya (2012–2013)”, el estudio de macroinvertebrados bentónicos permitió establecer referencias ecológicas iniciales para comprender la dinámica de este ecosistema, caracterizado por su alta presión antrópica. Estos datos han sido fundamentales para futuras evaluaciones comparativas y para diseñar medidas de protección ambiental.

En la subcuenca del río Viejo se desarrolló el proyecto: “Estudio de la calidad y disponibilidad de los recursos hídricos en la subcuenca del río Viejo”, en el cual el análisis de macroinvertebrados permitió identificar zonas críticas de contaminación y áreas mejor conservadas; la información resultó muy útil para orientar medidas de manejo y conservación en el territorio.

Otro proyecto significativo fue: “Evaluación sistemática de la calidad y disponibilidad de las aguas del Río Gil González y sus tributarios”, donde se aplicaron índices bióticos basados en macroinvertebrados, los que evidenciaron diferencias en la calidad del agua a lo largo del río, facilitando detectar las zonas con mayor presión antrópica y aquellas con mejores condiciones de conservación. Este estudio, contó con la participación de gobiernos municipales y la comunidad, reflejando el enfoque de extensión universitaria del CIRA. 

Muestra colectada.
Muestra colectada.

De manera similar, en la laguna de Tiscapa se ejecutó el proyecto: “Estudio de la dinámica de flujo superficial, subterráneo y tasa de sedimentación de la laguna de Tiscapa (2018–2019)”, donde en el componente hidrobiológico, basado en el análisis de macroinvertebrados, fue determinante para establecer el estado ecológico de este ecosistema urbano. En la actualidad, aún seguimos con el monitoreo de este ecosistema donde se integra siempre el estudio de los macroinvertebrados.

La participación de todos es fundamental para el cuido y conservación de los recursos

La información obtenida ha permitido caracterizar el estado ecológico de los ecosistemas, identificar fuentes de contaminación y generar insumos para planes de gestión del recurso hídrico. Las investigaciones representan el compromiso social asumido por la institución y, gracias a ello, hoy se cuenta con una mejor comprensión del estado de nuestros ríos y lagos y con comunidades más conscientes y participativas en la defensa del agua.

La participación comunitaria, de los gobiernos locales y de los estudiantes ha sido un pilar fundamental en el desarrollo de los proyectos. Las investigaciones, además de generar información técnica rigurosa que sirve como base para políticas públicas y planes de manejo ambiental, contribuyen a la educación ambiental y sensibilización social, mostrando a la población que los macroinvertebrados no son simples “organismos pequeños”, sino aliados estratégicos para evaluar la salud de los ecosistemas y garantizar la calidad de un recurso tan esencial como el agua.