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Laboratorio de Suelo y Rocas, más de 20 años de trabajo investigativo

Muestras de rocas y minerales, secciones delgadas, pulidoras, microscopios o tamices para granulometría son algunos elementos que nos encontramos en el área de Petrografía del Laboratorio de Suelo y Rocas del Instituto de Geología y Geofísica (IGG-CIGEO), desde el que se ha aportado a la investigación, la formación de profesionales en geología, ingeniería civil y a la ejecución de proyectos de desarrollo a nivel nacional y regional. 

Esta sección es atendida por Juan Francisco Vásquez, técnico en petrografía y geotecnia, quien cuenta con una experiencia de más de 20 años en el estudio de las rocas y los minerales. «Me inicié en la preparación de muestras para el análisis de oro, plata y otros químicos en un laboratorio de minería donde estuve once años; trabajé en ensayos sísmicos y mecánicos de metalurgia; me preparé en la elaboración de las secciones delgadas y otras técnicas de mineralogía y mineragrafía para conocer los metales y otros minerales asociados al oro», comenta Vásquez. 

Los primeros trabajos del Laboratorio de Petrografía se realizaron en el año 2002 para una empresa minera; en ese entonces el Centro de Investigaciones Geocientíficas (CIGEO) se encontraba ubicado en la Colonia Miguel Bonilla; con el traslado a las instalaciones actuales del IGG-CIGEO se instaló el Laboratorio de Suelo y Rocas, donde también se recibía a estudiantes que iniciaban su formación en la carrera Ingeniería en Geología que se acababa de fundar. Los jóvenes también participaron en proyectos en León y Chinandega; «de estos sitios se traían muestras de rocas y minerales para analizarlas; con apoyo de los geólogos los estudiantes realizaron varias tesis y estudios que evidenciaban el tipo de material volcánico que se encuentra en la zona», indica Francisco.

El estudio de los minerales tiene dos momentos esenciales, las campañas de campo, que brindan oportunidad de aprender mediante la experiencia y en petrografía es un factor importante. «En campo se aprenden los procesos de identificación y extracción de las muestras, fase clave para conseguir rocas representativas que no hayan sido alteradas y de esa forma asegurar un buen estudio en laboratorio. También es importante conocer las coordenadas de donde fue extraída, fecha, código y demás datos clave para su clasificación. En el laboratorio conservamos información escrita de todas las muestras analizadas en este desde el año 2002».  

El segundo momento es el trabajo en laboratorio; «los estudiantes que más frecuentan el laboratorio son de Ingeniería Geológica, Civil y algunos de Geofísica, quienes se interesan en conocer las características de las rocas, sus alteraciones, fractura y otros datos físicos útiles para sus tesis. También recibimos visitantes de empresas, colegios y otras universidades que quieren saber sobre el quehacer del IGG y especialmente del laboratorio. Este es el único laboratorio en el país que, además de realizar investigaciones en mineralogía y geotecnia, brinda servicios especializados y atiende a estudiantes que realizan prácticas o están en proceso de elaboración de trabajos monográficos.  

En el laboratorio se realizan distintas prueba; las secciones delgadas, por ejemplo, permiten a los geólogos estudiar la composición mineralógica, la textura y la estructura interna de las rocas a detalle, así como alteraciones y elementos agregados. Para lo cual se sigue un proceso minucioso y se emplean equipos especializados disponibles en el laboratorio. El tamizaje por su parte, se utiliza para analizar la distribución de los tamaños de las partículas del suelo; es decir, para conocer el tamaño de los granos y así determinar el uso que pueda tener.

La mineralogía es un sector muy importante para el país; por ejemplo, la minería metálica representa el principal producto de exportación y el sector con mayor potencial de crecimiento; arena, hormigón, piedra triturada, caliza, yeso, toba y cantera son los principales productos no metálicos que se extraen en nuestro país. El trabajo del petrógrafo es imprescindible, afirma Vásquez; «en el caso del oro, por ejemplo, muchas empresas y personas particulares necesitan conocer el tamaño del grano, además de saber los minerales con que se asocia el oro para su extracción y el porcentaje en que se encuentra el cuarzo, la pirita, la calcopirita y otros minerales. También es importante para la construcción, la agricultura e incluso para la arqueología».

Desde el laboratorio se colabora con el área de geotecnia para el análisis físico de suelos, en los perfiles eléctricos de geofísica y en algunas pruebas de sísmica. Estos métodos han sido implementados en proyectos de importancia nacional como la Refinería El Supremo Sueño de Bolívar, el estadio viejo de beisbol, el estadio nacional de fútbol, los pasos a desnivel Las Piedrecitas y el 7 Sur, urbanizaciones Bismarck Martínez, hospitales de Masaya y Diriamba, muelle marítimo y sistema de abastecimiento de agua para barcos petroleros en Miramar y Corinto.

El personal del laboratorio también participa en programas de formación continua y capacitaciones de diversa índole. «La UNAN-Managua nos da la oportunidad de integrarnos a distintos programas de formación, pero el aprendizaje más significativo que he tenido ha sido en la práctica. En Apoyeque aprendimos a reconocer los tipos de materiales que se encuentran en cada estrato, algo clave en geotecnia. Luego participamos en talleres de higiene y seguridad laboral, primeros auxilios, equipos de protección personal y uso de extintores.

Para este año, el IGG-CIGEO está preparando un curso teórico-práctico sobre petrografía dirigido a estudiantes y profesionales de áreas afines, en el que se abordará la recolección y preparación de muestras, elaboración de secciones delgadas y la descripción petrográfica de rocas y minerales.