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Monitoreo de eutrofización, entre las acciones investigativas a las que aporta UNAN-Managua/CIRA

La eutrofización, proceso de origen natural o de actividades humanas que afecta la vida acuática

El término eutrofización, es utilizado en la ecología y proviene del griego eutrophos que significa “bien nutrido”, es decir, la eutrofización es una sobrealimentación de los ecosistemas acuáticos con nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, esenciales para la vida, pero que en exceso provoca el envejecimiento acelerado de los ecosistemas acuáticos.  Actualmente es uno de los procesos más estudiados en ecología acuática y en programas de manejo y rehabilitación de los recursos hídricos.    

En la naturaleza, este proceso puede tardar siglos, pero las actividades humanas lo aceleran drásticamente, convirtiéndolo en un problema ambiental serio. Sus principales causas están relacionadas con las actividades diarias como la agricultura intensiva donde se hace uso excesivo de fertilizantes llegando a los ecosistemas acuáticos por escorrentías en épocas lluviosas; otra de las causas que originan la eutrofización son las aguas residuales, domésticas e industriales, estas cuando no reciben un tratamiento adecuado, llevan nutrientes directamente a los cuerpos de agua.  

La deforestación y la erosión se suman a su origen, la pérdida de bosques por despales provoca o facilita que el suelo y los nutrientes que estos contienen lleguen a los cuerpos de agua fácilmente, asimismo la escorrentía urbana en las ciudades forma parte de sus causas, puesto que las lluvias arrastran contaminantes desde las calles y los cauces de drenajes hasta llegar a lagos y ríos.  

El exceso de nutrientes favorece la proliferación de algas, muchas de ellas microscópicas, que pueden formar densas capas verdes llamadas floraciones algales. Cuando estas algas mueren, su descomposición consume el oxígeno que hay en el agua, lo que puede provocar entre otras consecuencias la muerte de peces y otros organismos acuáticos, malos olores y cambios en el color del agua, pérdida de la biodiversidad, limitaciones para el uso del agua para consumo humano, recreación o pesca. En algunos casos, ciertas algas producen toxinas peligrosas para las personas, animales y el ganado. 

Debido a que la eutrofización se ha convertido en una problemática de los sistemas acuáticos a nivel nacional como mundial, el Centro de Investigación de Recursos Acuáticos de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua/CIRA), ha documentado a través de monitoreos en distintos cuerpos de agua los niveles de eutrofización en los mismos.   

En el lago Xolotlán, estudios demostraron su estado de eutrofización avanzado, debido a que recibió durante muchos años los desechos líquidos de decenas de empresas y millones de habitantes de la capital a través de descargas de aguas servidas sin tratamiento; en la Laguna de Tiscapa, investigaciones recientes identifican a la laguna con un estado trófico alto debido a su ubicación urbana y la acumulación de nutrientes provenientes de escorrentías. En cuanto al lago Cocibolca, aunque es una de las reservas de agua dulce más grandes de Centroamérica, también enfrenta amenazas de eutrofización asociadas al uso agrícola intensivo y a vertidos en su cuenca.  

Estos hallazgos han sido posibles gracias a muestreos periódicos y mediciones de parámetros como clorofila-a, fósforo, nitrógeno y oxígeno disuelto como parte de un  trabajo conjunto de investigadores del CIRA y la comunidad. También se integra la participación de estudiantes y protagonistas en educación ambiental generando resultados que se comparte con instituciones ambientales y gobiernos locales para apoyar decisiones que promuevan el uso sostenible de los recursos hídricos y la protección de la biodiversidad acuática. 

Ante los efectos generados de la eutrofización existen acciones concretas que ayudan a mantener el equilibrio natural de los ecosistemas acuáticos como mejorar el tratamiento de aguas residuales antes de su vertido; aplicar prácticas agrícolas sostenibles usando fertilizantes de forma racional; restaurar y proteger las zonas ribereñas con vegetación que actúe como filtro natural; monitorear de forma continua la calidad del agua, para detectar cambios a tiempo, así como educar y sensibilizar a la población sobre el impacto de nuestras actividades en la salud de los ecosistemas. 

Como hemos analizado, la eutrofización es un problema silencioso, pero con consecuencias visibles y graves, comprender sus causas y efectos es el primer paso para tomar medidas que protejan nuestros lagos, ríos y lagunas. En Nicaragua, donde el agua es un recurso vital para la vida y la economía del país, prevenir la eutrofización no es solo responsabilidad de profesionales y autoridades, sino también de toda la sociedad.