UNAN-Managua

REPORTAJES

Biblioteca Licenciado Rafael Sánchez Richardson, un refugio de conocimientos, innovación y tradición en Carazo

La Biblioteca Rafael Sánchez Richardson: Un Refugio de conocimiento de innovación y tradición en el corazón de Carazo

En una era dominada por la tecnología digital, sigue siendo un pilar insustituible para el acceso equitativo a la información y el apoyo educativo. La sinergia entre lo digital y lo físico demuestra que ambos formatos pueden complementarse para ofrecer un servicio integral y valioso para toda la comunidad universitaria.

En un mundo digital abastecido de información, las bibliotecas juegan un papel crucial y determinante en el entorno educativo. La biblioteca Licenciado Rafael Sánchez Richardson del Centro Universitario Regional de Carazo (CUR-Carazo) de la UNAN-Managua es un claro ejemplo de cómo estas instituciones se adaptan y siguen siendo relevantes en la vida académica y social, creando espacios comunitarios seguros y confiables que brindan información y servicios para personas de todas las edades.

Esta instalación fue fundada en 1992, con la iniciativa de su director Dr. Armando Rodríguez Serrano. En 1997, se inauguró oficialmente, nombrándola en honor al matemático jinotepino y catedrático de la UNAN-Managua. Desde entonces, ha sido un referente en la comunidad educativa del departamento de Carazo.

En consonancia con la evolución de las nuevas tecnologías de la información, la biblioteca brinda acceso gratuito a computadoras, internet, libros físicos, libros electrónicos, bases de datos académicas y revistas en línea, permitiendo que todos los miembros de la comunidad universitaria y público en general puedan acceder a los recursos habilitados.

«Somos un sistema que identifica, selecciona, organiza, garantiza el acceso a la información científica, integral y de calidad a la comunidad universitaria, apoyando la formación continua, en el contexto de los principios de identidad institucional y de los lineamientos de la eficiencia, con personal comprometido y calificado», resaltó la maestra Magda Ligia Requene, responsable de la biblioteca del CUR-Carazo.

Desde su creación, la biblioteca ha experimentado un notable crecimiento, ya que en sus inicios emprendió con ficheros manuales y con el paso del tiempo la institución ha ido automatizando sus sistemas progresivamente. En la actualidad, utiliza el Sistema Integrado de Gestión Institucional (SIGI), una plataforma avanzada que facilita la búsqueda de libros y otros recursos, mejorando así la eficiencia en el acceso a la información. Asimismo, el equipo que labora en este espacio está conformado por cuatro profesionales con conocimientos básicos en lenguaje de señas: un responsable de biblioteca, un analista documental, un analista referencial y un bedel. La coordinación entre ellos se basa en una comprensión clara de sus funciones, asegurando una operación eficiente y un servicio de alta calidad para la comunidad universitaria.

La biblioteca destaca por la colección de libros que cubren una amplia variedad de áreas del conocimiento, desde temas generales hasta ciencias y disciplinas específicas y por brindar a los visitantes un ambiente tranquilo y adecuado para el estudio individual y grupal, con salas designadas para trabajos en colectivo. Además, se distingue por realizar préstamos de laptops para trabajos investigativos, bibliografía para consultas en sala de lectura, préstamos a domicilio, capacitaciones de Alfabetización Informal (ALFIN), préstamos de computadoras para búsqueda de información en catálogos electrónicos, entre otros, aportando así al desarrollo personal y profesional de los usuarios.

Estudiantes del CUR-Carazo, son miembros del Club de Lectores Bilingües Rubén Darío, el cual se reúne mensualmente y realizan un sin número de actividades como celebraciones literarias, conversatorios de obras clásicas, novelas, poesía coral y películas, además de los eventos propios en honor al príncipe de las letras castellanas y otros poetas nacionales.

La biblioteca no solo es un repositorio de libros, sino un centro vital para el aprendizaje, la investigación y el trabajo colaborativo. En una era dominada por la tecnología digital, sigue siendo un pilar insustituible para el acceso equitativo a la información y el apoyo educativo. La sinergia entre lo digital y lo físico demuestra que ambos formatos pueden complementarse para ofrecer un servicio integral y valioso para toda la comunidad universitaria. Además de sus funciones tradicionales, la biblioteca ha evolucionado para convertirse en un centro comunitario dinámico que promueve la colaboración en un ambiente de inclusión y participación activa, permitiendo adaptarse a las necesidades cambiantes de su comunidad, mientras mantiene su misión de ofrecer información científica integral y de calidad, convirtiéndose en referente del entorno educativo y cultural de Carazo.

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