En conmemoración del 87 aniversario del natalicio del Padre Miguel D’Escoto Brockmann, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua) realizó en el auditorio Fernando Gordillo, un acto en el que se destacó el legado de este promotor de la paz. Al evento asistieron autoridades universitarias, trabajadores docentes y administrativos, familiares del padre, miembros del cuerpo diplomático acreditado en Nicaragua, embajadores, entre otras personalidades.
En sus palabras inaugurales, el Vicerrector General de la UNAN-Managua, MSc. Jaime López Lowery, dijo que es un momento especial para rendir homenaje al religioso, escritor, pensador, luchador social y emprendedor, el ejemplar político ciudadano del mundo, del hombre de fe, comprometido con los ideales las enseñanzas, los principios y las prácticas de Jesucristo para alcanzar un estadio superior de la organización social, guiado por los valores del amor, la misericordia y la igualdad en los seres humanos.
López rememoró que por todos sus méritos, su reconocido prestigio y su amor a Nicaragua, el Consejo Universitario de la UNAN-Managua en ceremonia especial del 24 de mayo del año 2011 le otorgó el título de Doctor Honoris Causa. «El deber moral de la universidad para con la memoria de la vida y obra del padre no terminaba con la ceremonia de investidura, todo lo contrario, apenas había comenzado y en diciembre del año pasado por gestiones de sus familiares y del Dr. Michel Chosudovsky, se aprobó el Centro de Estudios del Desarrollo llamado Miguel D’Escoto Brockmann en reconocimiento a su legado», agregó el maestro.
Como parte del evento, se desarrolló un panel sobre la vida y obra del padre Miguel D’Escoto, este tuvo como moderador al Secretario General de la UNAN-Managua, Dr. Luis Alfredo Lobato Blanco, y como panelistas al Dr. Michel Chosudovsky, economista, escritor, profesor canadiense y fundador del Centro de Investigación sobre la Globalización (CRG), Montreal; así como a la Dra. Sofía Clark, quien fue parte del equipo de trabajo del padre en la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2008.
Para el Dr. Lobato, el Padre Miguel D’Escoto Brockmann es una persona irrepetible por su carácter humanista, un estudioso a conciencia de las realidades nacionales y mundiales, un apóstol de la no violencia, de las causas de los pueblos de Asia, África y América Latina, el canciller de la dignidad y del cual se debe imitar su ejemplo. Por su parte, la Dra. Clark señaló que se tiene que reconocer la decisión que tomó el sacerdote cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) lo invita a incorporarse a la lucha; «siempre quiso defender las causas de Nicaragua en los foros internacionales, pero también en el territorio nicaragüense, él tuvo una vida de entrega a su pueblo», sostuvo la doctora.
Sobre su vida y obra
El Padre Miguel D’Escoto Brockmann nace el 5 de febrero de 1933, fue un diplomático, político, sacerdote y dirigente comunitario, que abogó por los más desposeídos, un hombre beligerante y crítico del sistema imperialista.
En 1973 creó la Fundación Nicaragüense pro Desarrollo Comunitario Integral (FUNDECI) con el propósito de ayudar en la reconstrucción de Managua y apoyar a las familias víctimas del terremoto de 1972. Dicha experiencia lo inmersa en la realidad socio-política de Nicaragua y sirvió como preludio a su incorporación al Frente Sandinista en 1975.
Fue nombrado Canciller de Nicaragua en julio de 1979, cargo que mantuvo hasta abril de 1990. Su labor abrió las puertas de Nicaragua al mundo. Visitó la mayor parte de las capitales, estableciendo relaciones diplomáticas con diferentes países de África, Asia, Europa del Este y el Medio Oriente.
Trabajó arduamente para denunciar los atropellos a la dignidad y soberanía nicaragüense, en el marco de las constantes agresiones perpetradas por la Contrarrevolución, organizada y financiada por la administración norteamericana.
Sus esfuerzos se concretaron en la demanda contra Estados Unidos que el Gobierno de Nicaragua presentó ante la Corte Internacional de Justicia. El dictamen de la Corte favoreció a Nicaragua, estableciendo una indemnización de 17 mil millones de dólares, constituyendo un hito en la historia del derecho internacional.
Fue electo por aclamación, Presidente de la Asamblea General de la ONU en 2008, desde donde defendió los derechos de los pueblos víctimas de las grandes potencias, rompiendo precedente, al ejercer un liderazgo audaz y decisivo.
Luego de terminar su periodo como presidente de la ONU, regresó a Nicaragua, donde siguió colaborando con su amado país.
El Padre Miguel D’Escoto recibió numerosos premios por ser un firme defensor del multilateralismo y el respeto del derecho internacional. Fue un hombre profundamente comprometido con los principios de la no violencia activa, la solidaridad y la justicia social, que junto con un sentido de la ética han sido la base de su vida política.
Pasó a otro plano de vida el 8 de junio de 2017, a sus 84 años, con una vida realizada, plena y entregada a múltiples causas sociales.
