Miguel De Castilla
La celebración el pasado 13 de julio del primer aniversario de la liberación del Recinto Universitario Rubén Darío, hogar de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua, UNAN-Managua, al parecer ha lastimado la epidermis de algunas personas, quienes, desde los tranques del golpismo, se han pronunciado criticando la decisión de estudiantes, profesores, trabajadores administrativos y autoridades universitarias, de conmemorar el día en que grupos de delincuentes disfrazados de universitarios fueron expulsados de las instalaciones de la Universidad, las que mantuvieron secuestradas durante 65 días, entre el 7 de mayo y el 13 de julio del 2018, en el contexto del intento de golpe de estado de la derecha.
Quienes hoy critican la alegría y gozo de los universitarios, seguramente aplaudieron en su momento la toma y posterior secuestro, saqueo y destrucción de la UNAN-Managua en el Recinto Rubén Darío y la Facultad Regional Multidisciplinaria de la UNAN-Managua en Jinotepe-Carazo. Son los mismos que llamaron invento maravilloso a los tranques de la muerte y que cuando el pueblo cansado de tanto ultraje decidió barrer con la basura, fue acusado de dictador y asesino. Pueden camuflarse con toga y birrete, pero son los mismos que no les importó someter a crisis a nuestra frágil economía y hoy lamentan el cierre de empresas, la caída del PIB y la elevación del desempleo. Cinismo e hipocresía juntas, puras y duras.
Los universitarios de la UNAN-Managua recordamos con esta celebración el día que los delincuentes fueron expulsados de nuestra casa de estudios después de dos meses de destrucción, incendios y saqueos. Su nombre, Día de la Alegría y la Dignidad Universitaria, recuerda otro Día de la Alegría, cuando después de más de cuarenta años, la dictadura militar somocista fuera también expulsada del poder dejando a nuestro país en ruinas.
Trecientos treinta y tres millones de córdobas en pérdidas, quince vehículos dañados, tres de los cuales nunca aparecieron. Laboratorios médicos de física, química y geología saqueados. Parques de computadoras saqueados y destruidos. Aulas de clase convertidas en burdeles, cantinas y cuartos de torturas. En Jinotepe hasta las puertas y el cableado eléctrico se llevaron y después aparecieron en el tranque del Colegio San José. Una barbaridad única en la larga historia de la universidad nicaragüense y latinoamericana.
Los universitarios nicaragüenses tenemos dos fechas para conmemorar todos los años, una para recordar y no olvidar, los 23 de julio, día de la Masacre Estudiantil de parte de la guardia somocista, en León de Nicaragua; y otra para celebrar, los 13 de julio, Día de la Alegría y la Dignidad Universitaria, porque ese día los universitarios de la UNAN-Managua derribaron el tranque y la ocupación de su Universidad, de parte del golpismo de la derecha y la camorra somocista.
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