La formación integral que brinda la UNAN-Managua se caracteriza por los principios y valores que fomenta en los futuros profesionales, así como en el desarrollo de capacidades artísticas y culturales.
Para contribuir con este propósito, la Coordinación de Letras y Artes del Departamento de Cultura, invita cada semestre a estudiantes de todas las facultades a ser parte de los talleres de creación artística, en donde se enseñan técnicas para la realización de auténticas obras de arte, en las cuales se refleja la creatividad de la juventud universitaria.
No obstante, la promoción artística en nuestra Universidad no es un iniciativa reciente, sino que es un proyecto que se ha impulsado desde finales de los años setenta con el respaldo de la Revolución Popular Sandinista. En esta época el movimiento estudiantil por medio del Frente Estudiantil Revolucionario (FER) actuó de manera beligerante en el rescate del arte y la cultura.
Con el aporte del movimiento se consolidó el legado cultural y patriótico que héroes y mártires de la revolución heredaban a las nuevas generaciones. Ricardo Morales Avilés (1939-1973) y Leonel Rugama (1949-1970) fueron dos figuras paradigmáticas en este proceso, pues representaron el compromiso guerrillero en todo momento y la contribución intelectual en la lucha por la liberación. Sus hazañas sirvieron de motivación para que en esa época los universitarios expresaran sus sentimientos y emociones por medio de la música, el canto, la poesía, la danza y la pintura.
Creación artística en la UNAN-Managua
Una de las instituciones educativas que impulsó estas iniciativas fue la UNAN-Managua, evidencia de ello son los murales que adornan sus pabellones, específicamente en el Recinto Rubén Darío, en los que se representan tanto las luchas históricas de la comunidad universitaria como sus conquistas recientes. Parte de estas ideas fueron promovidas desde 1980 por la Dirección de Cultura, la escuela preparatoria, la Facultad de Educación e Idiomas y autoridades universitarias.
El maestro Rolando Mendoza, Exdirector de la Editorial Universitaria y de la Dirección de Cultura, recuerda que en cada mural se trató de dejar grabada la grandeza del pensamiento revolucionario de la comunidad universitaria.
Según el Coordinador de Letras y Artes de la Dirección de Cultura, maestro Francisco Martínez Báez, desde el año 1984 se realizaban talleres de pintura con el apoyo del poeta Pablo Centeno Gómez, quien influyó para que los procesos de creación artística se realizaran con calidad.
Posteriormente—señala Martínez—el poeta impulsó talleres de música, danza, guitarra popular y canto. En ellos había una destacada participación de estudiantes de la escuela preparatoria, quienes manifestaban su admiración e identificación con los ideales revolucionarios.
Arte integral
En la actualidad los talleres de pintura tienen como propósito motivar a los estudiantes a cultivar el autoestima y sensibilizarlos sobre el abordaje de temáticas relevantes como la protección medioambiental, la familia y la identidad nacional.
La misión de inducir a los jóvenes en el área artística está a cargo del maestro William González Vásquez, quien tiene más de treinta años de enseñar técnicas de pintura y dibujo. Según comenta, estas experiencias han sido muy satisfactorias, ya que le han permitido combinar la enseñanza con la recreación al utilizar recursos lúdicos.
«En dibujo y pintura aplicamos técnicas libres, la idea es expresar sentimientos y fortalecer la confianza personal. La producción de mis aprendientes es variada y novedosa», manifestó el maestro González.
Los proyectos que los jóvenes presentan van desde obras paisajísticas y autorretratos, hasta creaciones abstractas y surrealistas en las que se tiene como referente a los principales exponentes del arte pictórico del siglo XX.
La pintura como terapia
Para Martha Ruiz Escobar, estudiante de tercer año de Diseño Gráfico y Multimedia, formar parte de estos talleres le ha ayudado a perfeccionar sus técnicas para realizar pinturas acrílicas, además de servirle como una terapia para equilibrar sus estados emocionales. «Pintar me ayuda a liberar el estrés: me relaja. Animo a los universitarios a ser parte de este tipo de espacios. La metodología del maestro es muy innovadora e inclusiva, nos motiva a trabajar en equipo», manifestó la joven.
Según Elvis González Gámez, estudiante de la carrera de Ingeniería en Computación, la pintura le ha ayudado a desarrollar su talento y expresividad; «en la mayoría de mis cuadros quiero dejar el mensaje de que no importa que tan oscura sea la vida, siempre uno puede ponerle color a las cosas». González también asegura que sus obras le han permitido emprender y obtener ingresos.
Cada semestre se inscriben más de veinte estudiantes, quienes al final del curso presentan al público sus obras. Para este año 2020 los estudiantes interesados en formar parte de estos cursos pueden inscribirse en la Dirección de Cultura, ubicada en el pabellón nueve del Recinto Universitario Rubén Darío.
