Kevin González: «Nicaragua necesita profesionales éticos, innovadores y comprometidos con el bienestar social»  

Originario de Estelí, Kevin Antonio González Méndez, recuerda como si fuera el día de hoy cuando realizó su proceso de prematrícula para estudiar en la UNAN-Managua/CUR-Estelí; llegó con su mochila cargada de ilusiones para ingresar a la carrera de Trabajo Social, porque siempre estuvo interesado en temas relacionados a la promoción de la justicia social, la igualdad y los derechos humanos. Han pasado cinco años y en ese mismo auditorio le correspondió dirigirse a sus compañeros graduandos de la generación 2019-2023, al ser galardonado como el graduando con mejor rendimiento académico de la promoción con un promedio de 96.77 puntos.

En la emotiva ceremonia, agradeció a la UNAN-Managua, institución que le ha formado con valores humanistas, visión crítica y compromiso social. «Aquí desarrollamos competencias profesionales sólidas y, sobre todo, la convicción de que nuestro trabajo debe estar al servicio de la comunidad y del desarrollo del país». De igual manera, agradeció al Gobierno Revolucionario, por garantizar el acceso a la educación superior pública, gratuita y de calidad, política que ha permitido materializar sueños profesionales e impulsar la formación de nuevas generaciones de profesionales comprometidos con el progreso de Nicaragua. 

Reconoce que no fue un camino fácil por el hecho de trabajar y estudiar a la vez, cumplir con sus asignaciones académicas, equilibrar sus emociones, enfrentar situaciones personales y familiares, entre otras. «Hoy me doy cuenta que no fueron derrotas, fueron experiencias de las cuales solo obtuve aprendizajes y me impulsaron a ser cada día más dedicado, ordenado y propositivo». 

En sus palabras, Kevin Antonio valoró el acompañamiento, dedicación y orientación recibida por personal docente y administrativo de la UNAN-Managua/CUR-Estelí. En especial, las enseñanzas y legado del maestro emérito Eduardo López Herrera (q.e.p.d), quien con sabiduría y determinación les compartió el amor por la búsqueda de la excelencia académica. «Este no es el final de nuestro proceso formativo, sino el inicio de una nueva etapa. Hemos elegido el camino correcto, aquel que exige compromiso, excelencia y responsabilidad. Nicaragua necesita profesionales éticos, innovadores y dispuestos a contribuir al bienestar social y al desarrollo sostenible del país». 

Cada uno de sus logros han sido posibles gracias al apoyo de sus familiares para el cumplimiento de su meta, particularmente con su motivación y afecto: «Esa afectividad además de hacernos sentir amados, nos invita a ser mejores hijos, sobrinos, padres, madres y profesionales, para seguir promoviendo relaciones interpersonales basadas en la unidad y la empatía».

Instó a sus compañeros de generación a continuar aportando desde cada una de sus carreras a la promoción de valores como la solidaridad, la igualdad de oportunidades, el respeto y la vocación de servicio, como un aporte significativo a la construcción de una sociedad más justa, próspera y humana.

A sus colegas de Trabajo Social les animó a incidir en temas relacionados al desarrollo local, medios de vida resilientes, participación ciudadana, educación popular, salud mental e intervención social en todas sus formas. Orgulloso de haberse formado en la Universidad del Pueblo y para el Pueblo, enfatizó: «el verdadero éxito no se mide por la altura de los logros, sino por la profundidad del compromiso con lo que se ama».