José Dávila, graduado de la licenciatura en Física, actualmente aporta a la formación de las futuras generaciones. El joven reconoce que, con la restitución de derechos, la juventud puede lograr sus sueños de ser profesionales al servicio de la familia y comunidad.
Originario de la comunidad Aduana N.º 2, del municipio de Villa El Carmen, y procedente de una familia luchadora, José Isaac Dávila González recibió con alegría y entusiasmo su título que lo acredita como Licenciado el Física, logro académico que dedica a sus padres, docentes, a las personas que le brindaron apoyo durante su proceso formativo y a la UNAN-Managua por haber hecho posible que cumpliera el sueño de profesionalizarse, mediante su modelo educativo caracterizado por la gratuidad y calidad.
Desde su formación inicial, José ha mostrado su compromiso y dedicación con los estudios, logrando destacar en su rendimiento académico. En la UNAN-Managua, durante el transcurso de su carrera recibió el beneficio de beca interna, otorgado mediante el Programa de Becas, surgido en 1980 con el triunfo de nuestra gloriosa Revolución Popular Sandinista para contribuir con la formación de jóvenes provenientes de las regiones más alejadas del país.
Como becado interno obtuvo beneficios de alimentación, alojamiento, atención médica, también contó con la oportunidad de ser parte de actividades académicas, de investigación, extensión e innovación y culturales, en esta última como miembro del Grupo de Danza Nicaragua Mía y en diferentes eventos impulsados por el movimiento estudiantil, que le permitieron desarrollar sus capacidades profesionales con una visión integral.
El joven agradece y dedica este logro a su padre, que en vida lo motivó a ser constante en la conquista de su proyecto de vida. Ahora, como profesional, refiere que se ha planteado como prioridad apoyar a su familia. «Mi mamá es el tesoro primordial que tengo y hasta donde Dios me preste vida daré todo por ella. Mi meta es seguir estudiando, con la confianza de que el Señor me continuará abriendo puertas para salir adelante».
Actualmente, González se desempeña en el Centro Escolar Tania la Guerrillera, donde cursó el bachillerato y desde el que está aportando a la formación de las futuras generaciones, retribuyendo el acompañamiento que recibió como estudiante, especialmente de profesores que lo motivaron a luchar por sus sueños.
Dávila reconoce que la educación superior pública representa una puerta para que los jóvenes nicaragüenses conquisten sus metas. «Ahora es posible alcanzar los sueños profesionales porque se garantizan las oportunidades». También, destaca que estos avances son muestra de la prioridad que el Gobierno Sandinista da a la educación en todos los niveles, garantizando así la restitución de derechos al hijo del obrero y del campesino, a como lo soñaron nuestros héroes y mártires.
