Gracias al fútbol he logrado conocer a grandes referentes del deporte nacional que son mi inspiración».
Luisa del Carmen Tijerino Peña es una joven que a sus 19 años trabaja como ayudante de cocina en un cafetín en San Jorge, Rivas, oficio que le permite apoyar con los gastos económicos en su hogar y sufragar su pasaje para estudiar la carrera de Física-Matemática. Todos los sábados, viaja dos horas desde Rivas a Managua para cumplir su sueño profesional en la Universidad del Pueblo y para el Pueblo, la UNAN-Managua. Durante su proceso formativo en el Instituto Nacional José Dolores Rivera, se destacó en las matemáticas, tanto, que fue seleccionada para representar al Departamento de Rivas en las Olimpiadas Nacionales de Matemática.
Al igual que en el ámbito académico, también logró sobresalir en el fútbol playa y luego en el fútbol campo, a los diecisiete años, llegando a formar parte de un equipo femenino de segunda división de Rivas. «Mi equipo se llama Club Stars, juego como mediocampista central. Representar a Rivas ha sido genial, gracias al fútbol he logrado conocer a grandes referentes del deporte nacional que son mi inspiración», señala.
Tijerino ha ganado diversos torneos municipales en las categorías de fútbol sala y campo del 2021 al 2024, además de haber obtenido diez medallas en la disciplina de softbol. De acuerdo con la joven, una de las claves para desarrollar un alto rendimiento en los deportes es poner en práctica la disciplina y la responsabilidad estableciendo horarios para los entrenamientos, el trabajo y las actividades académicas durante el transcurso de la semana.
Luisa sostiene que practicar deporte le ayuda a mantener una buena condición física y mental. «El deporte es mi pasión, pero también deseo formarme como profesora y dar mi contribución a la sociedad. Como futura docente valoro importante la formación de profesionales de las ciencias exactas para continuar enseñando a las nuevas generaciones el aporte de la Física y la Matemática en nuestra vida diaria», añade.
Entre sus metas, está ejercer la docencia a nivel de secundaria, continuar cosechando victorias para su equipo de futbol, aportar a la economía de su hogar y apoyar a sus hermanos menores para que cursen sus estudios superiores. «Sé que todo esfuerzo tiene su recompensa, si sembramos en buena tierra tendremos frutos a largo plazo, espero recoger los resultados de mi esfuerzo y ver mis sueños cumplidos con la bendición de Dios», enfatiza.
