
Emely Serapio:«La educación inclusiva e intercultural está transformando la vida de los jóvenes de la Costa Caribe»

Estoy agradecida con Dios y con el buen Gobierno Sandinista que nos da oportunidad a los jóvenes de los pueblos originarios para formarnos profesionalmente».
Orgullosa de sus orígenes y agradecida por la oportunidad de formarse profesionalmente en la UNAN-Managua gracias al respaldo que el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) brinda a la educación universitaria como parte de la restitución de derechos, Emely Tania Serapio Cruz, proveniente de Raití, Río Coco, se siente satisfecha de estar próxima a culminar la carrera de Microbiología, en la que ha adquirido saberes que implementará en beneficio de su comunidad.
Tras culminar sus estudios de secundaria, Serapio no concebía la posibilidad de ingresar a la Universidad, por la lejanía de su localidad, hasta que fue contactada para hacer realidad este sueño. Llegó a la UNAN-Managua en 2021, con la nostalgia de dejar su pueblo, familia y amistades, pero también con la ilusión de graduarse para procurar un mejor futuro para su pequeño hijo y de alguna manera poder aportar desde su profesión al desarrollo de su comunidad.
«Cuando me buscaron no lo podía creer por las pocas oportunidades que se tienen en la zona debido al tema de acceso, sinceramente quedé sorprendida, pero era algo real; llegué a la Universidad con un grupo de jóvenes de los pueblos originarios que optaron a otras carreras», expresa Emely, quien se muestra entusiasmada de haberse integrado a una profesión en el área de la salud.
El ingreso a la educación universitaria para la joven madre significó un desafío, porque debía aprender a usar herramientas didácticas que le permitieran cumplir con sus tareas, sin embargo, no representó un obstáculo para seguir trabajando en lo que se propuso, terminar su carrera, meta en la cual ha sido fundamental el apoyo emocional y económico de sus padres, hermanos y de su pareja, quien estudió Medicina en la UNAN-Managua.
Actualmente, se encuentra realizando prácticas en UNAN-Managua/CIRA, experiencia que le permite consolidar capacidades y avanzar en la redacción de su trabajo monográfico orientado al análisis de la calidad microbiológica del agua en su comunidad, donde más de dos mil personas consumen agua de pozo. De esta manera, la joven busca generar información científica que pueda ser retomada por los líderes territoriales en la toma de acciones para el bienestar de la población. Además, Emely ha realizado prácticas en centros de salud y hospitales en Managua.
«Estoy agradecida con Dios y nuestro Gobierno Sandinista que nos da oportunidad, en mi comunidad antes no se escuchaba que trajeran a jóvenes a estudiar», refiere con mucha emoción por estar logrando su meta y vivir bonitas experiencias con sus compañeros de clases y en las residencias universitarias. De acuerdo con Emely, nunca es tarde para continuar con la formación, a sus 32 años, está enfocada en culminar su carrera y forjarse un mejor futuro.