
Biblioteca Rubén Darío de la UNAN-Managua/CUR-Matagalpa, 36 años aportando a la gestión del conocimiento
En el mundo de la era digital, las bibliotecas han logrado sostenerse reinventándose y adaptándose a las nuevas tecnologías, brindando la oportunidad de acceso a libros desde cualquier parte del mundo. En este sentido, el Centro Universitario Regional de Matagalpa de la UNAN-Managua, cuenta con un espacio donde estudiantes, docentes y administrativos tienen la facilidad de poder investigar sobre cualquier tema, a través de la Biblioteca Rubén Darío, pilar fundamental del conocimiento en Matagalpa que ha aportado crecimiento profesional a generaciones de profesionales.
La Biblioteca Rubén Darío fue fundada en 1988, producto de la necesidad de recursos didácticos que facilitaran la investigación de las primeras generaciones de profesionales en Matagalpa, los que estaban en proceso de formación en el Centro Popular de Estudios Superiores en Matagalpa (CEPES). El surgimiento de este espacio se vio truncado años después, por la falta de personal que deseara aprender el proceso que conlleva el cuido de ejemplares y el ordenamiento correspondiente.

Posterior a un momento de abandono, retoma el quehacer bibliotecario el Dr. Franklin René Rizo quien inicia un nuevo proceso de ordenamiento de los libros que estaban en completo desorden, dándose a la tarea de darles el debido tratamiento y siguiendo las recomendaciones para la conservación pertinente de los ejemplares. En ese momento, la biblioteca contaba con 1200 libros, los que atendían las necesidades investigativas de los estudiantes de las carreras de Contabilidad Agrícola, Economía Agrícola, Administración de Empresas, entre algunas de las que se ofertaban en ese periodo.
Según el Dr. Rizo, muchos ciudadanos percibieron la importancia de contar con una biblioteca equipada y que contara con una variedad bibliográfica en Matagalpa para formar profesionales competentes, por lo que donaron libros, incluso hasta bibliotecas completas, entre ellos el Dr. Douglas Stuart quien donó más de 40 libros de historia y de ciencias de la educación, para que fueran utilizados en la biblioteca, por los estudiantes y docentes, textos que sin duda, han sido parte fundamental de la formación profesional en el CUR-Matagalpa.

Actualmente la Biblioteca cuenta con 16,879 libros, los que están disponibles para ser consultados por estudiantes de diferentes carreras y docentes, también cuenta con computadoras para brindar una mejor atención a los estudiantes que no poseen estos equipos, brindándole la oportunidad de hacer los trabajos en tiempo y forma, además, cuenta con el Repositorio Institucional de la UNAN-Managua, espacio que permite la consulta de ejemplares que existen en el CUR-Matagalpa. Así mismo, para facilitar la investigación a estudiantes de las carreras de Enfermería y Medicina, se creó el Centro de Investigación Carlos Fonseca Amador, ubicado en el Recinto Carlos Fonseca Amador, el que está habilitado para el desarrollo de habilidades y adquirir nuevos conocimientos.
El maestro Alex Sanz, responsable de la Biblioteca Rubén Darío, enfatizó sobre el aporte significativo científico educativo de este espacio a los estudiantes de todas las carreras, el que contribuye a la formación de profesionales eficientes, capaces y comprometidos con la sociedad y la investigación constante. El maestro explicó que, en la biblioteca se atienden al menos unos 300 estudiantes por día, lo que indica que las nuevas tecnologías no han afectado la visita constante de los estudiantes a la biblioteca.

El personal de la Biblioteca Rubén Darío ha realizado esfuerzos para que los estudiantes puedan apropiarse de la utilización sobre el funcionamiento del Sistema Bibliotecario de la UNAN-Managua, por lo que ha impartido diversos talleres a estudiantes de diferentes carreras con el objetivo de brindar apoyo para la utilización correcta de este sitio y el desarrollo de competencias de investigación.
El Dr. Franklin Rizo asegura que la Biblioteca aporta calidad, educación y autodinamismo al estudiante, de manera que a través de los libros los futuros profesionales pueden ampliar sus conocimientos y pueden fortalecer la practica autodidacta, haciendo la diferencia en un mundo lleno de tecnología que facilita mucho al momento de investigar, sin embargo, no siempre es lo correcto porque generalmente las personas buscan los formatos digitales por la facilidad de copiar y pegar.

Por su parte, la joven Jorlin Zeledón, estudiante de la carrera de Psicología, visitante frecuente de la biblioteca dice que le parece optimo el espacio que se le ofrece a los estudiantes, permitiéndole la investigación a través de los libros y la realización de sus tareas con la computadora que le facilita la biblioteca. La joven asegura que las nuevas tecnologías no han desplazado completamente la utilización de las bibliotecas por la veracidad de la información y las fuentes bibliográficas.

