Universidades de la región en análisis prospectivo de la educación virtual
Esta mañana, la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe realizó, por vía virtual, un taller conversacional que tuvo como finalidad propiciar el análisis prospectivo de la educación virtual entre autoridades de sus instituciones miembros, así como valorar el impacto de las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
La maestra Ramona Rodríguez Pérez, máxima autoridad de esta casa de estudios, participó en este espacio de diálogo y la reflexión sobre temas coyunturales en el que académicos de diversas universidades compartieron experiencias en la transición educativa a los entornos virtuales, al igual que las lecciones aprendidas, particularmente en la implementación de sistemas adaptativos.
De acuerdo con las opiniones de los catedráticos, la pandemia del covid-19 ha conllevado cambios en los comportamientos culturales y sociales, y pese a que las universidades pusieron en marcha estrategias para la continuidad de las actividades ante la crisis sanitaria global, la situación ha dificultado la interacción directa entre docentes y estudiantes, factor fundamental en el proceso formativo, según su parecer, también se han imposibilitado las vivencias y el intercambio cultural que implica la movilidad.
Además, coincidieron en que, para poder superar las dificultades que las naciones tienen en común por el contexto, es necesario que las universidades adecuen sus programas, intercambien experiencias y, sobre todo, que establezcan una colaboración permanente para unificar esfuerzos que coadyuven a obtener mejores resultados en el accionar.
«Nuestras capacidades tecnológicas, investigativas y de infraestructura deben estar a disposición de las autoridades y actores claves de la región para optimizar las tareas orientadas tanto a brindar atención a la crisis sanitaria como al reintegro educativo y a la recuperación económica pospandemia», sostuvieron.
Como resultado de este espacio de colaboración interinstitucional, la Red prevé la elaboración de diagnósticos de la gestión de las TIC, la creación de un programa de trabajo derivado de los acuerdos de colaboración y la elaboración de una memoria que contenga los modelos, experiencias y prácticas compartidas.
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