Comandante Fidel Castro, ejemplo de lucha libertaria para la juventud de América 

Tenía noventa años cuando el mundo bajó sus banderas en señal de luto y homenaje a unas de las figuras más emblemáticas del siglo XX, el comandante Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, ejemplo de lucha, solidaridad, autodeterminación y compromiso al servicio de su patria, pueblo e ideales. 

Desde la universidad se identificó con las luchas políticas del pueblo, desarrollando un profundo sentido de pertenencia a su país. Su liderazgo lo llevó a destacarse como miembro en la Federación Estudiantil Universitaria. Uno de los aportes más destacados de la vida de Fidel fue su compromiso con las clases menos favorecidas. Cuando se graduó en 1950 como doctor en Derecho Civil y licenciado en Derecho Diplomático, creó su propio bufete y se dedicó fundamentalmente a la defensa de sectores humildes.  

Al ocurrir el golpe de Estado de Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, Fidel es de los primeros en llamar al derrocamiento de ese régimen. Con 160 hombres, el 26 de julio de 1953, comandó el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba y al cuartel de Bayamo, en una acción concebida como detonante de la lucha armada contra el régimen de Batista. 

Fidel fue hecho prisionero por las fuerzas represivas de la tiranía pocos días después del revés militar y se le mantuvo incomunicado durante 76 días. Sometido, posteriormente, a juicio y condenado a 15 años de prisión. En un ambiente reservado y vigilado, asumió su autodefensa ante el tribunal que lo juzgó, y pronunció el alegato conocido como La historia me absolverá, en el que esbozaba el programa de la futura Revolución en Cuba.      

El 1 de enero de 1959, el Movimiento 26 de Julio que fue formado por Fidel Castro y su hermano Raúl, ganó la batalla derrocando a la dictadura de Fulgencio Batista, donde se afirmó que la Revolución Cubana triunfó.     

Esta hazaña sirvió de inspiración y ejemplo para los pueblos de América, su legado dejó un semillero de patriotismo en el corazón de la juventud al soñar con una patria libre de injerencia y manipulación norteamericana, una patria donde la restitución de derechos es la prioridad.  

El comandante Fidel se caracterizó por ser una persona honesta y con sensibilidad social. Su impulso al sistema de salud inspiró a la creación de modelos de bienestar humano para Cuba y los países de la región. Entre los incontables actos de hermandad impulsados por el comandante Fidel está la formación académica de miles de jóvenes de todo el mundo, entre ellos nicaragüenses, específicamente en la rama de la medicina a quienes llamó el batallón de batas blancas, médicos y enfermeras, que más allá del conocimiento científico y especializado, adquirieron una conciencia solidaria, humanista y de entrega total al pueblo.  

Los lazos de amistad entre Cuba y Nicaragua en más de cincuenta años han generado como fruto importantes aportes en la cultura, la salud, pero sobre todo en la educación. En Nicaragua, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) ha retomado no solo el pensamiento y legado del comandante Castro, sino que ha replicado el ejemplo de programas que benefician al pueblo con salud y educación gratuita. 

El humanismo de Fidel radica en el pacifismo y sus ideales continúan inspirando a la juventud y comunidad universitaria de la UNAN-Managua comprometida con la educación gratuita y de calidad, la integración centroamericana y la lucha contra el neocolonialismo.