
Bileydy Barrios: «Proteger nuestros recursos naturales es un acto de amor a nuestra Madre Tierra y a la humanidad»

Estas actividades complementan mi formación académica porque me permiten desarrollar habilidades como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva, el cooperativismo y el compromiso social»
Bileydy Barrios Castillo es una joven originaria de la hermosa Isla de Ometepe, específicamente del municipio de Altagracia, departamento de Rivas. Actualmente cursa el tercer año de la carrera de Derecho en el turno vespertino de la modalidad regular.
Además de sus actividades académicas, participa activamente en el voluntariado universitario y forma parte del Movimiento Ambientalista Guardabarranco, también colabora en jornadas sociales, actividades culturales y de extensión que organiza la universidad; «estas actividades complementan mi formación académica porque me permiten desarrollar habilidades como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva, el cooperativismo y el compromiso social» destaca. Además, considera que le ayudan a comprender mejor las necesidades de la población y a identificar cómo puede contribuir, desde su formación jurídica, a la búsqueda de soluciones.
Las actividades que organiza la universidad para la promoción de la Cultura de Paz y Bienestar en la comunidad educativa, le parecen sumamente importantes porque le permiten a ella crecer más allá de los contenidos abordados en el salón de clases, «a través de estas actividades, muchos jóvenes descubrimos vocaciones que no sabíamos que teníamos, desarrollamos habilidades como el liderazgo, el compañerismo y, sobre todo, nos conectamos con las necesidades de nuestras comunidades”.
Cada vez que tiene la oportunidad de visitar distintos lugares, logra interactuar con personas de todas las edades: niños, jóvenes, adultos y personas mayores; gracias a las iniciativas que impulsa el Área del Conocimiento, «es realmente gratificante cuando nos agradecen por estar ahí, por escucharlos y por aportar, aunque sea un poco». Para Bileydy son experiencias que marcan y que le recuerdan porqué la juventud universitaria debe de sumarse a estas iniciativas.
Uno de los secretos que tiene para mantener su equilibrio entre sus actividades académicas y las que organiza la universidad, es la responsabilidad, el establecimiento de horarios de estudio y la definición de prioridades, «he aprendido a administrar bien mi tiempo, lo que me permite cumplir con mis deberes académicos y, al mismo tiempo, participar activamente en las actividades que promueve la universidad. Además, los horarios universitarios están pensados de forma que facilitan la participación en estas iniciativas, lo que hace posible mantener un buen equilibrio», destaca Bileydy.
Algunos de los aspectos que le inspiran a integrarse en el Movimiento Ambientalista Guardabarranco, es estar rodeada de diversas reservas naturales en la isla de Ometepe, como lo son la Reserva de la Biosfera Isla de Ometepe, que a su vez incluye tres áreas protegidas, «he crecido en una conexión profunda con la naturaleza. Esta cercanía me ha permitido comprender el valor que tienen nuestros recursos naturales, no solo para el equilibrio ecológico, sino también, para nuestra vida diaria como seres humanos» destacó la joven.
Ser parte del Movimiento Ambientalista Guardabarranco le inspira porque es una forma de actuar, de educar, de generar conciencia en otros jóvenes sobre la urgencia de proteger el medioambiente. A la vez, explicó emotivamente que le inspira ver cómo, a través de pequeñas acciones, cada persona puede generar grandes cambios, «siento una responsabilidad con mi comunidad y con las futuras generaciones: proteger lo que tenemos hoy, es garantizar el bienestar del mañana. La juventud tiene el poder y la energía para liderar esa transformación, y formar parte de este movimiento, tenemos el privilegio de vivir en una nación tan diversa y generosa, y con ese privilegio viene la responsabilidad de cuidarla. Proteger nuestros recursos naturales no es solo una tarea ambiental, es un acto de amor a nuestra Madre Tierra y la Humanidad, a como lo menciona el Padre Miguel D’EScoto Brockmann».
Para Bileydy ser joven y moverse de una zona rural hacia la capital, Managua, implica enfrentar muchos desafíos, « solo económicos, sino también emocionales. A veces, la distancia de la familia nos llena de nostalgia, y adaptarse a una nueva vida universitaria puede ser difícil. En ocasiones, las dudas nos invaden, pero he aprendido que, con esfuerzo, constancia, buenas amistades y la mirada firme en nuestras metas, todo se puede lograr».
Todas estas experiencias le están ayudando a formarse no solo como futura profesional del derecho, también como una persona más consciente, con valores y comprometida con la familia y la comunidad. «He aprendido que el Derecho no se trata solo de leyes, sino de personas, de justicia con sentido humano. Siento que estoy respondiendo a la misión de mi universidad, que va más allá de lo académico: formar jóvenes que aporten al cambio social. Y eso es lo que quiero hacer, aportar desde mi carrera a construir un país con más justicia social y solidaridad».
Bileydy invita a todos en aprovechar cada oportunidad que se brinda desde la universidad para crecer, no solo en lo académico, sino también en lo personal, «una vez un profesor nos dijo que, además de ser buenos abogados, teníamos que ser buenas personas, porque es el sentir lo que nos hace verdaderamente humanos». Ella destaca que no se debe de tener miedo a equivocarse estando en un espacio de formación, donde cada experiencia ayuda a fortalecer lo que ya conocen y a seguir aprendiendo desde la práctica, con el contacto directo con la familia y la comunidad.