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Proyectos experimentales, estrategia que permite a los estudiantes aportar al desarrollo agropecuario

En el Centro Universitario Regional de Carazo Miguel Ángel Ortez de la UNAN-Managua, estudiantes y docentes están revolucionando el enfoque de la enseñanza agropecuaria mediante la implementación de proyectos experimentales que combinan capacidades científicas, innovación técnica y compromiso con el desarrollo local. Estas iniciativas se enmarcan en la Estrategia Nacional de Educación en todas sus modalidades “Bendiciones y Victorias” 2024-2026, específicamente en sus ejes 1, 6 y 11, que establecen la Formación para la Vida, Ambiente y Naturaleza e Investigación e Innovación, también se contextualiza en un modelo educativo por competencias, que complementa los conocimientos teóricos con habilidades prácticas y socioemocionales, que son claves en la formación integral de los futuros profesionales.

En el contexto agropecuario, estos diseños que provienen de los proyectos experimentales se convierten en herramientas de alto valor, puesto que permiten evaluar de manera controlada la eficacia de tratamientos aplicados en cultivos o en la producción animal, optimizando así los procesos productivos y minimizando los riesgos. Los diseños experimentales agropecuarios consisten en pruebas sistemáticas que buscan mejorar la calidad, productividad y sostenibilidad de las labores agrícolas y pecuarias, expresa el doctor César Arévalo Cuadra, docente de esta institución.

La metodología aplicada en estos diseños se enfoca en observar cómo responden los cultivos o animales a distintas condiciones de manejo. Esto implica la implementación de prácticas agrícolas o pecuarias reales, donde los estudiantes participan activamente en todas las etapas del proceso: desde la preparación del terreno o alimentación animal hasta la recolección de datos y análisis estadístico. Este enfoque permite a los estudiantes conectar el conocimiento académico con las problemáticas reales del entorno, desarrollando así capacidades técnicas, pensamiento crítico, trabajo en equipo y habilidades comunicativas y analíticas.

Los temas de investigación abordados han surgido de diagnósticos participativos en comunidades rurales, que han permitido a los estudiantes identificar problemáticas concretas del sector productivo en colaboración y vinculación con instituciones como el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), las alcaldías, cooperativas agropecuarias y otras entidades gubernamentales, quienes han enriquecido el proceso y garantizan la pertinencia de los proyectos, de acuerdo a las necesidades locales. 

Este modelo de trabajo colaborativo permite que las investigaciones tengan un impacto educativo, social y económico, al aportar soluciones aplicables que pueden ser replicadas por los productores de las zonas, quienes facilitan espacios de prácticas a los estudiantes. Actualmente, 29 estudiantes (14 mujeres y 15 varones) de la carrera de Ingeniería Agronómica de cuarto año del CUR-Carazo, están desarrollando 8 diseños centrados en la producción agrícola y pecuaria con enfoques innovadores, entre ellos destacan.

Cultivo de lechuga bajo sistemas de fertirriego y agricultura plastificada: Se están evaluando diferentes tratamientos con microorganismos benéficos en el sustrato (como Trichoderma y Micorriza), con el fin de mejorar el control de enfermedades y optimizar el uso de recursos hídricos y fertilizantes. La adaptación de la lechuga a las condiciones del suelo y clima de Carazo ha sido favorable, destacándose la importancia del riego controlado en su desarrollo.

Producción de pepino con tratamientos biológicos y estructuras de sostén diferenciadas: Se comparan tratamientos orgánicos (Beauveria bassiana, Trichoderma, Micorriza) con agroquímicos convencionales para controlar plagas como el Mildiu y el gusano del fruto. Engorde porcino con inclusión de pasto hidropónico: En el área pecuaria, se contrastan esquemas tradicionales de alimentación porcina basados exclusivamente en concentrado con alternativas que incorporan pasto hidropónico, lo cual puede reducir significativamente los costos de producción y mejorar la sostenibilidad.

Los beneficios del modelo por competencias aplicado en estos proyectos son múltiples; los universitarios desarrollan habilidades para estructurar y resolver problemas reales, generar y analizar datos, aplicar lenguaje técnico y utilizar herramientas estadísticas. Estos espacios garantizan a los estudiantes adquirir experiencia práctica, aumentando su capacidad de innovación, y su vinculación directa con el sector productivo, lo que contribuirá activamente al desarrollo del país.

El CUR-Carazo planifica la diversificación en sus líneas de investigación, incluyendo experimentos con cultivos frutales y nuevas alternativas para la producción animal. La visión es clara: seguir generando conocimiento útil, contextualizado y pertinente, que fortalezca la formación académica, que transforme la realidad agroproductiva de las comunidades rurales. Los diseños experimentales desarrollados por los estudiantes representan una estrategia educativa integral que además responde al Plan Nacional de Lucha Contra la Pobreza y para el Desarrollo Humano 2022-2026 impulsado por nuestro buen Gobierno Sandinista para garantizar el bienestar de las familias.