UNAN-Managua rinde homenaje a Brian Willson por su lucha por la paz, la justicia y amor a la democracia

Este 1 de septiembre, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua) realizó un acto de reconocimiento y homenaje al veterano de la paz, Brian Willson, a quien se le entregó diploma de visitante distinguido. Willson hace 33 años perdió sus piernas en un heroico sacrificio por el pueblo nicaragüense.

La actividad, que se desarrolló en el auditorio Fernando Gordillo Cervantes, contó con la participación del Consejo Universitario, encabezado por la Rectora, maestra Ramona Rodríguez Pérez, la comunidad universitaria, familiares del homenajeado y la maestra Sofía Clark, miembro del CEDMEB.

Durante su intervención, la maestra Rodríguez rememoró los acontecimientos de la guerra en los años 80, la cual fue financiada por el presidente Ronald Reagan y de la que el señor Willson fue testigo, ya que se contactó con las víctimas del enfrentamiento entre hermanos nicaragüenses. Mencionó, que actualmente se continúan preparando y ejecutando planes desestabilizadores, pero que desde los estudios superiores y la educación en general se debe seguir aportando a la construcción de un mundo mejor sobre la base del amor, el respeto a los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos, tal como lo soñó el Obispo Casaldáliga.

La académica sostuvo que las aulas universitarias son el espacio idóneo para el diálogo y la reflexión, así como para la formación en valores, a fin de favorecer los cambios en beneficio de la población con acciones que contribuyan a promover la paz, la estabilidad, la no violencia, el bien común, la defensa de la soberanía nacional y la convivencia pacífica. De igual manera, agradeció al activista por aceptar el homenaje, que permite compartir y aprender de lo que significa ser un convencido de la paz, la que merecen los seres humanos.

Por su parte, el señor Willson expresó que buscaba una verdadera revolución en su propio país, pero estando en Vietnam se dio cuenta que se carecía de conciencia de clase y de raza, no obstante, existía un profundo arraigamiento de excepcionalismo. De manera particular, sostuvo que fue en Vietnam donde reconoció que se encontraba en la parte equivocada y empezó a descubrir su verdadera naturaleza. Por eso considera que Estados Unidos debe experimentar una toma de conciencia colectiva que se fundamente en la justicia, la honestidad, la dignidad y que rompa con el esquema que se ha mantenido por más de 20 generaciones.

Mencionó que ha estado en 25 países del mundo para estudiar procesos de revolución, cuyo patrón es el mismo, basado en mentiras y explotación que generan mucho sufrimiento. Asimismo, se refirió al caso de George Floyd, que es una muestra de la historia de 400 años de tortura y persecución de los negros e indígenas. También se refirió a la administración del presidente Donald Trump, que, según su parecer, «ha quitado la máscara de la política estadounidense». Frente a estos escenarios instó a los nicaragüenses a estar vigilantes ante el plan de la guerra cibernética que incluye interrupción del orden social y violencia.

«Yo descubrí la verdadera conciencia en Vietnam, pero esta se puede dar de distintas maneras y en distintos sitios. Sin empatía no podemos vivir como especie humana, porque es necesario que el futuro del uno está conectado con el del otro» afirmó el homenajeado, quien también agradeció el reconocimiento otorgado.

Sobre Brian Willson

El activista por la paz, Brian Willson nació el 4 de julio de 1941. Sirvió en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de 1966 a 1970, incluyendo varios meses como oficial de seguridad de combates en Vietnam, donde debía evaluar el éxito o fracaso de estas misiones, sin embargo, se dio cuenta que quienes estaban siendo atacadas eran aldeas pesqueras indefensas, las que terminaban totalmente destruidas y con todos sus habitantes fallecidos, desde los recién nacidos hasta los ancianos. Dicho informe, entregado a sus superiores, fue ignorado.

Según su testimonio, tras el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979 y de las elecciones democráticas de 1984, el gobierno encabezado por el presidente Daniel Ortega Saavedra creó nuevos servicios sociales, tales como la educación gratuita y la introducción de reformas en los sectores agrícolas y de salud. Este hecho provocó una guerra encubierta mediante el Consejo de Seguridad Nacional, financiado por el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, quien tenía puesta la mirada en los países de Centro y Sur América por su riqueza en recursos.

Al estar en Nicaragua fue testigo de la destrucción de las cooperativas agrícolas y muerte de campesinos, «por lo que comprendí, por primera vez, el patrón de la política estadounidense, que consistía en destruir los movimientos de empoderamiento de los pueblos, y yo estaba con el pueblo no con el poder», destaca Willson, quien también recalca que esto es ilegal según la legislación federal e internacional de su país y ante los principios fundamentales de la dignidad humana.

El activista por la paz, en un acto de solidaridad con el pueblo de Nicaragua y en vehemente oposición al poder que ejercía su país, el primero de septiembre de 1987 participó junto a otros miembros de un Equipo de Acción por la Paz de Veteranos, en una protesta contra el envío de armas estadounidenses al territorio nacional, para lo cual bloquearon las vías del ferrocarril en Concord, California Naval, donde se encontraba la Estación de Armas. Como resultado de su lucha, sufrió el impacto de un tren que no se detuvo, causándole la pérdida de sus dos piernas y una severa fractura de cráneo con pérdida del lóbulo frontal derecho.

El 1988, el señor Willson recibió el máximo galardón de la nación nicaragüense, la Orden Augusto C. Sandino, por su sacrifico y su servicio al pueblo nicaragüense. Este primero de septiembre también se le rindió homenaje en la Cancillería y en la Asamblea Nacional, donde se le otorgó la Orden José Dolores Estrada en su Máximo Grado.