Por tercer año consecutivo la Dirección de Extensión Universitaria (DIREX) en coordinación con la Clínica de Atención Integral Concepción Palacios y la colaboración de estudiantes de primero, segundo y tercer año de la carrera de medicina compartieron una mañana de mucha diversión con niñas y niños portadores del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Cuarenta niños entre las edades de 2 a 10 años disfrutaron junto a sus padres del show de payasos, gracias al apoyo de Abdi Beteta, quien de forma gratuita se unió a la labor altruista. También los niños disfrutaron de un rico almuerzo, piñatas y golosinas.
La doctora Adilia Castrillo, Directora de la Clínica de Atención Integral Concepción Palacios, expresó que la actividad es parte del compromiso que la Universidad tiene como parte de su misión y visión. «Desde la UNAN-Managua impulsamos la solidaridad, la convivencia, el respeto y eso es lo que venimos inculcando en nuestros estudiantes», puntualizó Castrillo.
Actualmente el Ministerio de Salud registra a nivel nacional 130 casos de niños entre las edades de 1 a15 años afectados con VIH, cuya transmisión ha sido vertical, es decir durante la gestación, el parto o la lactancia. La promotora de la Asociación Nicaragüense de VIH/Sida (Asonvihsida), Martha Berrios, expresó que los padres se sienten muy agradecidos por ser tomados en cuenta y compartir junto a los niños y niñas un rato de esparcimiento y diversión.
Bismarck Santana, ejecutivo de DIREX, resaltó que no es la primera vez que la Universidad comparte momentos de alegría con la niñez nicaragüense. En el mes de junio la UNAN-Managua hizo un encuentro con niños portadores del virus, donde se compartió paquetes de uso personal; igualmente se ha entregado juguetes a niños con cáncer y lupus. Recientemente la institución participó en la caravana navideña del Movimiento Luis Alfonso Velásquez Flores, donde se entregaron tres mil juguetes a niños de escasos recursos, todas estas actividades como parte de la responsabilidad social de la Universidad. «Somos una instancia formadora de volares y debemos trabajar unidos para acabar con la exclusión hacia las personas que viven con el virus», enfatiza Santana.
Según Berrios, el promedio de vida de los niños es igual al de los adultos, no hay un tiempo exacto, viven de acuerdo a la calidad de vida que lleven y si cumplen con el tratamiento. La actividad se desarrolló en las instalaciones del Club Universitario.
