Médicos formados en la UNAN-Managua brindarán atención a las familias en diferentes unidades de salud del país
En una solemne ceremonia, más de 300 estudiantes de la carrera de Medicina de la UNAN-Managua culminaron su quinto año de formación, celebrando en compañía de docentes, familiares y amigos este importante triunfo, que les permitirá continuar con su camino profesional para aportar con compromiso y espíritu revolucionario al Sistema Nacional de Salud, mediante una atención con calidad y humanismo, resultado de los principios y valores adquiridos en la Universidad del Pueblo y para el Pueblo.
En la actividad participaron familiares, docentes, autoridades del Área de Conocimiento Ciencias de la Salud y del Ministerio de la Juventud, quienes destacaron la importancia que representa este logro para el pueblo nicaragüense, que ahora cuenta con nuevos profesionales que se sumarán mediante su internado a las diferentes unidades de salud del país, contribuyendo desde una atención integral y con calidez, al Modelo de Salud Familiar y Comunitario, que impulsa nuestro Buen Gobierno Sandinista.
La maestra Ángela Munguía, secretaria general, destacó que la finalización de esta etapa académica es el inicio de una nueva fase de entrega, dedicación y respuesta a la población desde la atención integral, sumando esfuerzos en los diferentes territorios como parte de los avances y la restitución del derecho a la salud, caracterizada por los principios de gratuidad, universalidad y solidaridad.
La doctora Margarita Pérez, directora de Ciencias de la Salud, resaltó que este momento es el logro de victorias obtenidas con el apoyo de las familias y la universidad, que han brindado acompañamiento a los protagonistas en su crecimiento académico, humano y revolucionario, y que los motiva a ser cada vez mejores médicos y mejores ciudadanos, con una conciencia y servicio dispuesto a las familias.
En el acto se hizo entrega de certificados a los médicos, quienes se comprometieron mediante el Juramento Hipocrático a brindar su servicio sin distingo alguno, ejerciendo su profesión con conciencia y dignidad, velar por la salud de los pacientes y disponer sus conocimientos en favor de la humanidad.