Analizan la Doctrina Monroe como estrategia injerencista del imperio
La Casa de la Soberanía Miguel d’Escoto Brockmann de la UNAN-Managua desarrolló, de manera virtual y presencial con más de ochenta personas, la conferencia titulada 200 años de la Doctrina Monroe, impartida por la máster Telma López Briceño, historiadora y decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas.
El vicerrector general de la UNAN-Managua y director de la Casa de la Soberanía Miguel d’Escoto Brockmann doctor Luis Alfredo Lobato Blanco resaltó en la actividad que esta doctrina es una manifestación del imperialismo norteamericano que debe analizarse desde sus orígenes para tener clara sus estrategias de dominación.
«La Casa de la Soberanía se define fundamentalmente como antiimperialista, soberanista y proclamadora de los principios solidarios. Estamos en pro del derecho de la autodeterminación de los pueblos como el caso de nuestro hermano pueblo de Palestina», sostuvo el doctor Lobato.
En su disertación, la maestra López manifestó que la academia se plantea preguntas reflexivas concretas de cómo ha impactado esta Doctrina en el pensamiento de los pueblos e intereses del imperio por tener dominio de los recursos que poseen las naciones de América Latina. Para la académica, figuras como Simón Bolívar y José Martí dejaron un legado de lucha por la defensa de la soberanía y dignidad.
«Hablar de los dos siglos de la Doctrina Monroe es comprender las realidades de nuestros pueblos y la vigencia de este manifiesto en la actualidad, por ello, es necesario contrarrestar los intereses de dominación imperialista proponiendo alternativas que fortalezcan la lucha de nuestros pueblos», añadió.
La Doctrina Monroe surge en 1823 cuando el presidente James Monroe anunció en su discurso ante el Estado a la Unión que separaba al Nuevo Mundo del Viejo, advirtiendo en contra de toda nueva incursión colonial. Su lema «América para los americanos», significaba que Estados Unidos se arrogaba el rol de garante de la independencia y sustentabilidad de los países que se habían emancipado de sus antiguas metrópolis.