UNAN-Managua

REPORTAJES

Entre pizarrones y enseñanzas

5 maneras de
hacer docencia
universitaria

Por Martha Ortiz / Periodista

Cinco docentes de la UNAN-Managua comparten de sus experiencias sobre el
quehacer de un docente universitario. En medio de la búsqueda de una profesión,
descubrieron su verdadera vocación, educar para la vida.

63 años en la docencia se construyen con constancia

“La vida está hecha de buenos y malos momentos, pero en los altibajos que nos toca vivir, debemos entender que todo es relativo, por esa razón es necesario ser constante”

A sus 81 años el ingeniero Ramón Bayardo Altamirano López, docente de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la UNAN-Managua, recuerda con picardía ser estudiante de secundaria, con los calificativos de inquieto y sobresaliente a la vez.

Se bachilleró en 1955 en el Instituto Nacional Autónomo Miguel Ramírez Goyena, compartió con personajes de la historia de Nicaragua como Carlos Fonseca Amador, “recuerdo haber compartido libros marxistas con Carlos, nos identificábamos mucho con los ideales de un país libre y soberano” comenta.

La búsqueda de nuevas oportunidades lo llevó a viajar a México en el año 1956, “Me aventuré a impartir clases de matemática y trigonometría a los estudiantes de cuarto año de la escuela preparatoria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Me apasionaban las matemáticas, así que acepté de inmediato cuando me dijeron de ese trabajo”.

Después de ejercer la docencia por varios años en México, se trasladó a trabajar como docente en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y en la Universidad Pedagógica Francisco Morazán, en donde impartió las asignaturas de aplicación de computadoras a ingenieros civiles. “Estuve ahí hasta 1979, pero al darse el triunfo de la Revolución Popular Sandinista me regresé a Estelí muy contento, y fue ahí donde autoridades de la UNAN-Managua me nombraron director del Centro Regional del Norte (ahora FAREM Estelí)”.

“Se aprende haciendo, esa es mi filosofía de enseñanza con mis alumnos, y esto se va enriqueciendo en la medida que das más y más clases. La clave es ser un docente disciplinado y respetuoso. Una buena relación con los estudiantes se construye con exigencia, respeto y cariño”, asegura el académico.

Para este docente originario de Estelí, el profesor de hoy tiene la labor de inducir y orientar a sus estudiantes para descubrir sus vocaciones reales. “La vida está hecha de buenos y malos momentos, pero en los altibajos que nos toca vivir, debemos entender que todo es relativo, por esa razón es necesario ser constante”.

Con sesenta y tres años de ejercicio docente y con un Doctorado Honoris Causa en Ingeniería otorgado por la UNI, Altamirano considera que el mayor reto del educador en este nuevo siglo es motivar a la juventud para complementar sus sueños profesionales, desarrollar el espíritu investigativo y resaltar la importancia que tiene el manejo del inglés en los profesionales, pero, sobre todo, el maestro debe amar su profesión y amar a sus estudiantes.

Educar con carácter y pasión, es la receta para hacer investigación

“Las nuevas tecnologías se han convertido en un arma de doble filo, el docente investigador debe aprender a usarlas de manera inteligente y sagaz”

Cuando tus padres son docentes es inevitable no tener la influencia de sus vocaciones. Para la maestra Heyddy Calderón Palma su mayor inspiración fueron sus padres en quienes encontraba gran admiración, sin embargo, confiesa que no soñó precisamente con ser docente, pero encontró en la investigación un vínculo que conectaba inevitablemente con la docencia.

Estudió Ingeniería Química en la Universidad Nacional de Ingeniería, cursó una maestría en Canadá en Hidrogeología, y luego un doctorado en Hidrología y Recursos Hídricos en Holanda. Su historia en la UNAN- Managua empezó hace 15 años cuando aceptó ser pasante en el área de investigación del Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua (CIRA).

Calderón confiesa que, aunque las nuevas tecnologías se han convertido en un arma de doble filo, el docente-investigador debe aprender a usarlas de manera inteligente y sagaz en los procesos de enseñanza aprendizaje. “La docencia es una vocación con amor y tiene una retribución enorme a nivel personal y emocional, nos transforma como seres humanos, uno aprende a la par de los estudiantes”.

Heyddy es de origen jinotepino, actualmente funge como directora del Instituto de Geología y Geofísica (IGG-CIGEO). Para ella, la investigación es una vocación. A través de su trabajo en el instituto motiva a los estudiantes para hacer de ellos profesionales altamente desarrollados en la investigación.

Entre el periodismo y la docencia

“El estudiante debe ser el
constructor de sus
conocimientos”

Licenciada en Filología y Comunicación y con un Máster en Comunicación Estratégica, la maestra Rosa María Maliaños Altamirano, responsable de Divulgación de la UNAN-Managua, inició como docente en el año 2012 en la Universidad Hispanoamericana (UHISPAM) y en la Universidad del Valle.

Llegar a la UNAN-Managua fue un proceso posterior a su experiencia como periodista en los medios de comunicación para los que ella laboró. Fue en el año 2016 que empezó a trabajar como periodista para el Instituto de Geología y Geofísica (IGG-CIGEO) y en años posteriores a compartir sus conocimientos a la carrera de Comunicación para el Desarrollo, al impartir las asignaturas de Televisión para el Desarrollo y Televisión Creativa.

“Considero que sería un gesto egoísta no compartir mis conocimientos y experiencias en el campo laboral.  Ser docente para mí fue un reto, desde planificar una clase, hasta buscar las herramientas necesarias que me permitieran interactuar y aprender junto a mis alumnos, realmente es algo que hoy me satisface y enriquece mi labor profesional”. 

La maestra Maliaños considera que debe existir un equilibrio en el aprendizaje porque en esta profesión se aprende haciendo, “no se trata de llegar a escribir a la pizarra, ni de llegar solo a hablar, se trata de que los estudiantes se involucren, debatan y participen. El estudiante debe ser el constructor de sus conocimientos”, afirma.

“Una de las cosas que más me ha impactado e inspirado es ver el deseo de superación de muchas universitarias que llegan con sus niños a recibir clase. Ese tipo de situaciones me ha demostrado la fuerza y voluntad que tienen las mujeres para prepararse y ser alguien en la vida.”

Maliaños expresa que el docente está obligado a actualizar sus conocimientos, a implementar nuevas estrategias en la enseñanza y formar profesionales más competitivos. De igual forma, considera que el maestro debe ser un facilitador de conocimientos, de manera que los estudiantes formen sus propios criterios con carácter y pertinencia.

Ser maestro es entregarlo todo sin esperar nada a cambio

“Dios nos da un propósito a cada persona y debemos de tratar de encontrar en qué somos buenos, pero sobre todo ser humilde con los demás. Ser maestro es entregarlo todo sin esperar nada a cambio”

“Nunca imaginé ser docente, pero surgió la oportunidad y eso cambió para siempre mi vida. Fue un proceso de transformación personal, porque uno no dimensiona el impacto que tiene ser maestro”.

Para el Dr. Teodoro Tercero Rivera, Director del Departamento de Fisioterapia del Instituto Politécnico de la Salud Luis Felipe Moncada (POLISAL), formarse como profesional de Fisioterapia fue un sueño desde niño.

Inició como docente a los 22 años, logró superar el miedo escénico que surge al entrar a un salón de clase y se apoyó de sus maestros de más trayectoria. Desde que empecé a trabajar para el Departamento de Fisioterapia me enfaticé en incorporar los ejes de innovación, emprendimiento e investigación, a fin de fortalecer el perfil de nuestros profesionales; implementarlos ha significado cambios sustanciales en nuestras diferentes especialidades. Hoy en día, el tema de la innovación y el emprendimiento ha venido a cambiar la realidad de nuestros jóvenes”, expresa.

“Si el docente es alegre y positivo, comunicativo y afable, el estudiante aprende a identificarse con él. Dios nos da un propósito a cada persona y debemos de tratar de encontrar en qué somos buenos, sobre todo, ser humilde con los demás.  Ser maestro es entregarlo todo sin esperar nada a cambio”, asegura.

Con dos licenciaturas, una en Fisioterapia, y otra en Química y Farmacia, una maestría en Salud Pública y un doctorado en Ciencias de la Salud Pública, 10 años es apenas el inicio de una serie de compromisos que él ha asumido como director de una de las carreras más demandadas de la UNAN-Managua.

La labor del docente es preparar a profesionales para la vida

“Encender la pasión por la ciencia a través de la investigación es una tarea de todos los días”

“Llegué a ser maestra por casualidad, de pequeña me gustaron mucho las matemáticas y la abogacía, pero por cosas del destino al culminar mi Técnico medio en Química Analítica en Cuba y regresar a Nicaragua en 1985, me topé con la vocación de mi vida, la docencia”.

Con 30 años de ejercicio docente en la UNAN- Managua, un título en Ingeniería Química de la Universidad Nacional de Ingeniería, y con una maestría y un doctorado en Ecología con especialización en Ecología Química y Ecotoxicología en Suecia; la maestra Katia Montenegro Rayo, Jefa del Área de Investigación y Desarrollo (CIRA); confiesa que los éxitos son algo compartido con los estudiantes.

“Las buenas relaciones entre docentes y estudiantes se logran mediante el respeto y la tolerancia académica cumpliendo los objetivos de la clase. “Encender la pasión por la ciencia a través de la investigación es una tarea de todos los días”, comentó.

Para la maestra Montenegro ser docente es un refrescamiento energético que la llena de mucho gozo y alegría, sobre todo cuando se habla de hacer investigación, ya que se considera una apasionada en esta disciplina.

“La labor del docente es preparar a profesionales para la vida. El reto del docente investigador es cambiar el paradigma, acercarnos a los estudiantes hablando su idioma, salir de nuestra forma de confort, ser interactivos con ellos, e irnos a los que ellos aprecian y disfrutan más, debemos de jugar con estas herramientas”.

“Uno espera ser recordado con amor, sin embargo, algunos estudiantes me recuerdan por haber sido dura y exigente, pero luego ellos han reflexionado y luego me dicen: le gradezco por haber sido así conmigo, ya no soy el mismo de antes, he madurado. Para mí todos los días se aprende algo, aunque lleguemos a los cien años, siempre estaremos aprendiendo”, puntualizó.