UNAN-Managua

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Marcela Téllez, vocación, esfuerzo y creatividad, características que florecen en la UNAN-Managua/CUR-Carazo

Me gustaría que todos los chavalos aprendan a creer en sí mismos y en lo que pueden lograr, que comprendan que no existen límites cuando se estudia con pasión»

Marcela Lourdes Téllez García, originaria del municipio de Diriamba, Carazo, a sus 22 años ha visualizado en la educación una forma de crecer y servir a los demás. Su ingreso a la UNAN-Managua/CUR-Carazo General Miguel Ángel Ortez fue gracias a su dedicación y esfuerzo continuo. Desde ese momento, ha sabido aprovechar cada oportunidad que la universidad le ha brindado, convencida de que esta institución representa un lugar que ayuda al desarrollo académico, humano y social.

Desde su ingreso al Centro Universitario, Téllez ha demostrado un alto sentido de responsabilidad y dedicación, convencida de que la UNAN-Managua es una universidad,  es un espacio donde se construyen sueños y se forma el carácter humano y profesional.

«La UNAN-Managua/CUR-Carazo es un hogar donde uno aprende muchas cosas académicas; aquí descubrí mi vocación y aprendí a confiar en mis capacidades», expresa con serenidad.

Actualmente cursa la Licenciatura en Ciencias de la Educación con mención en Inglés, una carrera que eligió por su profundo interés en el aprendizaje de los idiomas y en la enseñanza como motor de transformación. Para esta joven, el dominio del inglés es un puente hacia nuevas oportunidades, una herramienta que abre caminos al conocimiento, la cultura y la cooperación entre los pueblos.

Además, de su formación académica, dedica tiempo a su pasión por el diseño y la confección de prendas de vestir, una habilidad que ha cultivado con disciplina y creatividad. Su interés por la moda representa una expresión artística, y una fuente de aprendizaje sobre la perseverancia, la organización y la atención al detalle, cualidades que aplica en su formación docente.

Otra de sus grandes pasiones es el karate-Do, disciplina que practica dentro del recinto universitario, permitiendo desarrollar equilibrio, concentración y fortaleza mental, valores que complementan su desarrollo integral como futura profesional de la educación.

Convencida de que enseñar también es un arte, combina su amor por la docencia con su creatividad artística. «La enseñanza es una forma de arte: a través de ella se siembran ideas y se despierta el potencial de las personas», afirma con convicción.

Su compromiso con la comunidad se refleja en su participación a través del Movimiento Ambientalista Guardabarranco y en el Movimiento Deportivo Alexis Argüello, experiencias que han fortalecido su liderazgo, su conciencia ecológica y su compromiso social.

Téllez reconoce que el apoyo de su familia ha sido clave en su camino universitario, su madre, a quien considera su principal ejemplo, le ha inculcado valores de responsabilidad, honestidad y humildad; mientras que su maestra de costura ha sido una guía fundamental para potenciar su talento creativo.

A futuro, Marcela sueña con desarrollar proyectos educativos y culturales que integren el arte del diseño y la enseñanza del inglés, promoviendo la creatividad y el descubrimiento de talentos en la juventud nicaragüense.

«Me gustaría que todos los chavalos aprendan a creer en sí mismos y en lo que pueden lograr. No existen límites cuando se estudia con pasión».